En Yucatán sigue el desabasto de vacunas BCG, la de los recién nacidos contra la tuberculosis

Por Rafael Gómez Chi

El pequeño Leonardo llegó al mundo el domingo 8 de noviembre y sus padres, Heyler y Cristina, anduvieron buscando la vacuna BCG para ponérsela al bebé, pero como muchas otras familias con hijos e hijas recién nacidos, no la pudieron encontrar en hospitales públicos de Yucatán debido al desabasto del biológico.

En efecto, la Entidad pasa por un desabasto de esa vacuna, la cual no hay en el sector salud público e incluso en varias clínicas y hospitales privados de Yucatán, según ha podido confirmar el cronista.

Fuentes del Instituto Mexicano del Seguro Social confirmaron que en este momento no hay la vacuna BCG y se encuentran a la espera de la misma, pero no tienen fecha precisa para ello.

A la par, también se comenta de la buena respuesta que ha recibido la campaña de vacunación contra la influenza, lo que ha generado que por momentos tengan la ausencia de ese biológico.

En el caso de la vacuna BCG no es la primera vez que hace falta en la Entidad. En noviembre del año pasado comunidades como Tizimín reportaron el desbasto, lo que generó preocupación de las madres con hijos e hijas recién nacidos.

El cronista llamó a varios hospitales privados de la Entidad, donde le dijeron que no hay el biológico y posiblemente no lo tengan sino hasta el mes de enero. Podría ser antes, pero no hay la certeza. El costo de esta vacuna en una clínica privada varía de los 600 a los 900 pesos.

Un padre de familia llevó a su hijo a la vacuna de la influenza en la campaña actual en el IMSS

Los padres de Leonardo lograron una cita en el hospital El Faro, por 600 pesos y eso porque cuentan con recursos para ello. Miles de familias no tienen el dinero suficiente para ponerle la vacuna al niño o a la niña, de modo que dependen del sistema nacional de salud pública.

La BCG sirve para no enfermarse de tuberculosis. Se puede poner desde recién nacido hasta los 14 años de edad, pero es preferible que sea en los primeros días de vida, porque como provoca comezón, el o la bebé no se rascan como lo haría un niño o niña en edad escolar, lo que provocaría una cicatriz mayor a la que deja ese biológico.

Es importante poner la vacuna a los niños y a las niñas porque la tuberculosis es una 10 primeras causas de mortalidad en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud consultados en el sitio web de esa institución.

En Yucatán ocurren unos 35 mil nacimientos al año, según cifras del 2019 en el Registro Civil, y de acuerdo con estudios que abarcan períodos del 2002 al 2016, los meses de mayores alumbramientos son septiembre y octubre. De ese modo, unos 2,900 bebés nacidos en octubre se habrían quedado sin la vacuna BCG.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social a nivel nacional, de septiembre a la fecha no se ha podido vacunar a cerca de 35 mil bebés por la ausencia de la BCG.

Cabe anotar que en México la Secretaría de la Función Pública inhabilitó por dos años y tres meses a la empresa Grupo Laboratorios Imperiales Pharma, distribuidor de la vacuna que compraba a una empresa de Japón, por mentir en sus declaraciones para ganar licitaciones públicas.

Hay un comunicado de junio de 2020 en el sitio web de la SFP en el que se señala que “como resultado de minuciosas investigaciones, se determinó que presentó información falsa al celebrar un contrato con la Secretaría de Salud para la adquisición de la vacuna triple viral contra sarampión, rubéola y parotiditis, por lo que se le inhabilitó por 27 meses y se le multó con un millón 124 mil 370 pesos”.

“Se halló que la empresa también presentó información falsa al celebrar otro contrato con la Secretaría de Salud para la adquisición de la vacuna anti hepatitis B 10 mg, por lo que se le impuso otra inhabilitación por 27 meses y otra multa por un millón 88 mil 100 pesos”.

El Gobierno Federal todavía no ha terminado de resolver los problemas con los distribuidores y aunque ya contactó a un fabricante de la vacuna que está en India, y se distribuye en el país por medio de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), al parecer no cuenta con la capacidad suficiente para darse abasto en todo el territorio nacional.