En jeans, mocasines, camisa arremangada y una gorra Vila Dosal despide su Gubernatura

septiembre 26, 2024

El cronista repasa el dulce y amargo del poder con el que inicia y termina un sexenio y a Vila, como a sus antecesores, la historia será la que lo enjuicie

Por Rafael Gómez Chi

Sotuta, Yucatán, 26 de septiembre de 2024.- En la última gira del sexenio antes de ceder el poder a las cero horas del martes de la semana próxima el Senador y Gobernador con licencia Mauricio Vila Dosal iba sonriente, vestido como de costumbre, jeans, camisa blanca arremangada y zapatos de mocasín, atuendo al que recientemente añadió una gorra de béisbol.

Hace seis años el cronista estuvo en su toma de protesta en el Teatro José Peón Contreras, pero no la presenció en vivo, sino en una pantalla porque no permitieron que la prensa escrita entre al recinto, solo los gráficos. Desde ese momento el cronista tuvo claro cuál iba a ser la relación de Vila con la prensa, de cierta distancia, cosa que a este reportero importó muy poco.

Ayer invitaron al cronista a la última gira, pero no pudo asistir por órdenes de la médico que instruyó reposo a causa de la influenza. Pero al leer los boletines y mirar las fotos intuyó que no se perdió de gran cosa, tal vez despedirse de Vila Dosal directamente, pero ya habrá oportunidad de hacerlo, como ha sucedido desde Federico Granja Ricalde y el primer panista que llegó al Ejecutivo, Patricio Patrón Laviada, a quien el periódico para el cual trabajó muchos años el reportero, nunca quiso porque nunca hubo convenio. Así de simple y llano.

Cinco Gobernadores y dos Gobernadoras ha visto el periodista en su larga carrera y concluye que el poder es inextricable, bizarro, como una montaña rusa cuya primera pendiente es la que concluye al terminar el segundo año y es la más enloquecedora, es cuando llega a su fin esa luna de miel con el electorado que poco a poco se convierte en hiel y amarga si no se sabe donde está uno parado.

De los siete ha escuchado decir que la mejor preparación no es para llegar a ser el Gobernador o Gobernadora sino para dejar de serlo. Y creo sinceramente que nadie está listo para eso. Entras a una campaña, impones tu estrategia, asestas los golpes necesarios, amagas, te pones en guardia, aguantas los madrazos y el día de la elección a las seis de la tarde ya sabes tu destino y el estómago se te perfora, la náusea, el vértigo del poder comienzan a devorarte las entrañas.

Actas en mano, con diferencias notables sobre el oponente, poco a poco, te conviertes en el máximo líder, en aquel cuyos deseos ni son ni siquiera necesario expresar para que los árboles obedezcan y las hojas caigan, para que las horas sean las que “usted quiera”. Y ninguno puede ni tiene argumentos para negar lo que el cronista afirma.

Pero se espera la prudencia política y aún así te lanzas a tu propósito, a llevar a cabo el plan que presentaste al electorado y al que los políticos y analistas serios esperan, que no es otro que ejercer el poder. Y quien no lo haga que no mienta.

Lo bueno de estos tiempos es que hay voluntades superiores y vigías serios que van ayudando a definir el rumbo del ejercicio del poder y lo que digan o callen al final será pasto de las llamas de la historia.

Y si Vila Dosal hoy dijo a la prensa que “a seis años, Yucatán sobresale sobre otros estados del país”, porque “hoy somos un ejemplo a nivel nacional en muchísimas acciones que se han realizado, por lo que tenemos un estado bien encarrilado con buenos números y con resultados”, ya será cosa del juicio de la historia.

Pero él no se va del todo. En esos recovecos del poder solo Patricio Patrón cumplió lo que alguna vez dijo: “Cuando termine iré a mi casa”. Su sucesora, Ivonne Ortega Pacheco y el que vino después, Rolando Zapata Bello, siguen en la brega desde el Congreso de la Unión, como Vila Dosal que es ahora, en estos momentos, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

Este no es un análisis del sexenio de Vila Dosal, eso corresponde a la historia, al pueblo, es tarea de la seriedad, no es cosa de filias ni de fobias. Enjuiciar un gobierno depende del tiempo sobre sus acciones. Al que viene le toca auditar, poner orden, implementar su sello, dar al César lo que es del César y a Dios lo que corresponda. A los que llegan el 1 de octubre les espera una actuación con sensatez, les aguarda el ejercicio del poder con justicia para una sociedad ávida de seguir siendo segura, feliz, transformándose, con empleo, educación, salud, motivos, amor y desamor.

Creo que algo muy sensato declaró Vila Dosal hoy al afirmar que “si algo tiene Yucatán es gente maravillosa que ama su tierra, sus costumbres, sus tradiciones, si Yucatán se sigue manteniendo unido, no tenemos un límite”.

Dijo que se va satisfecho como Gobernador, que no paró un segundo y que ahora le toca dar la pelea en el Senado. Como mandatario aseguró que lo mejor que pudo ocurrirle fue aprender y ofrecer soluciones. Ya usted tendrá la última palabra sobre como resolvió el mandatario que se va, porque su período constitucional termina a las 23:59 del lunes 30 de septiembre de 2024.

Y nosotros aquí, en la vuelta a la página para escribir o hacer la crónica de un nuevo capítulo de este rincón de lajas y cenotes en el Gran Caribe que nos tocó para vivir.

(La gorra de béisbol la añadió Vila Dosal a su vestimenta porque en ese andar inexorable del tiempo sobre uno comenzó a tener alopecia).

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