Por Rafael Gómez Chi
Los berrinches de los priístas conllevan traiciones. Después de que Carmen Navarrete Navarro no resultó favorecida con la precandidatura a la Presidencia Municipal de Tekax por el PRI, en días recientes se le ha visto en tres reuniones distintas con el precandidato panista Diego Ávila Romero.
El primer encuentro entre el panista y la priísta ocurrió en la comisaría de Kancab, después en una casa en Temozón Norte y la tercera en un restaurante localizado en Mérida, por Boxito Khalia, donde han tratado de llegar a acuerdos para ver “que pierda el PRI” en Tekax.
Hay que recordar que el proceso para seleccionar al precandidato de unidad del tricolor en Tekax, Fernando Romero Ávila, transcurrió entre problemas ocasionados por los propios priístas. Resultó que después de que se pusieron de acuerdo a Carmen Navarrete se le ocurrió ir a solicitar su registro, azuzada por ciertos personajes que se dicen “herederos del cerverismo”.
Aún sin el apoyo de los priístas tekaxeños, Carmen Navarrete se entercó en que ella debía ser la candidata e incluso cuestionó las encuestas que se mandaron a hacer para hacerle notar que no tenía las preferencias.
Finalmente, cuando ya vio imposibilitada su candidatura, pretendió arrebatar exigiendo para ella la posición de la síndico, la mitad de la lista de regidores y varios puestos de dirección para su gente. Cabe anotar que la otra mitad de la lista de regidores la demandó para sí Nancy Martínez Montalvo, quien tampoco cuenta con la mayoría de los tricolores tekaxeños.
Como tampoco eso ocurrió, entonces vino el berrinche. “Si no soy yo, nadie más del PRI”, “Fernando va a perder, de eso nos encargamos”, habría comentado a sus seguidores y en consecuencia, comenzaron los acercamientos con el precandidato panista.
Pero numerosos tekaxeños se preguntan cuándo Diego Ávila Romero cambió de opinión respecto de los tricolores, porque una de sus banderas es proclamar a los cuatro vientos que todas las administraciones priístas antes de la suya son sumamente corruptas.
Y los tekaxeños tienen en cuenta que en esas administraciones priístas corruptas han sido alcaldesas Carmen Navarrete Navarro y Nancy Martínez Montalvo.
También se cuestionan cómo es que gente y parientes del ex alcalde priísta Teodoro Alonzo Ávila trabajan ahora en la administración del panista que considera a todos ellos como muy corruptos.
Hasta donde se sabe ni Carmen Navarrete Navarro ni Nancy Martínez Montalvo han renunciado al PRI, tampoco Teodoro Alonzo Ávila. Entonces, ¿cómo es que tienen esos acercamientos con el panista que los llamó corruptos toda su vida y no con el candidato del PRI para que triunfe su partido? (En la imagen, el día que Carmen Navarrete fue a solicitar que sea considerada para la precandidatura en Tekax)