Entre estatuas arcaicas y bebederos de lomitos

La bendita manía de no preguntar: los retos del parlamento abierto para Mérida

Por Mitsuo Teyer Mercado

Mérida, Yucatán, 15 de octubre de 2021.- La democracia yucateca es muy particular: hemos escogido a dos abogados para gobernar el Estado y nuestra capital. La abogacía se ha convertido en un parámetro de selección erróneo para ejercer la función pública en un país donde esta carrera tiene implícito el privilegio de “tener la razón”, convirtiéndose por su simple ostentación en una posibilidad de generar dinero, por encima de la verdad, la equidad, pero sobretodo el sentido común.

Algo ha cambiado muy rápido en cuanto a la toma de decisiones: los jefes están obsoletos y disfuncionales. Con generaciones como los centennials, millenial o xellenial que empiezan a valorar la paz mental como meta personal, más allá del desarrollo profesional o económico, los perfiles mandones, gritones y neuróticos pero sobretodo impositivos, sin cabida en las organizaciones, ese cambio está llegando poco a poco a la decisiones públicas.

En lo público gana la discusión de quien grite más fuerte o sentimentalmente, no el que tenga la mejor solución a problemas comunes. Y cuando son comunes no hay lugar al ego de suponerse tan brillante de tener todas las respuestas: si socializa antes las cosas, te evitas roces innecesarios.

Y ahí el Ayuntamiento de Mérida lo intenta, sí, pero queda a deber. Sus últimos errores son la inútil discusión con la sociedad civil organizada con respecto al Reglamento de Fauna y proteger con una cantidad innecesaria de elementos policiacos, un pedazo de metal de dos esculturas “históricas”. Históricamente los Montejo fueron dos depredadores inmobiliarios. A lo mejor ahí la razón de la protección desmedida, pero son meras conjeturas.

Mérida se convirtió en el primer municipio yucateco que aprobó la minuta de Decreto del Congreso del Estado, el 28 de abril de 2021, para modificar la Constitución Política del Estado de Yucatán en materia de Cabildo Abierto. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho, un trecho tan grande como Paseo de Montejo.

El traje ya está listo, pero no está bien ajustado.

Como casi todas las políticas públicas en México, primero se “lanzan” a la opinión pública y luego se discute su viabilidad. “Vamos hacer x o y” …. “propongo z o y”. Las decisiones hasta el día de hoy se siguen tomando así a la antigüita. Propone el Alcalde y luego los regidores hacen como que discuten (salvo algunas honrosas excepciones), se aprueban las propuestas y como casi todas las acciones de cabildo requieren mayoría simple para su ejecución. Obviamente casi todas son validadas sin mayor contratiempo para ser publicadas y así tengan efectos en la vida de todos los meridanos.

“Decide Mérida” es la plataforma donde el Ayuntamiento preguntó de manera virtual a las y los meridanos su opinión respecto al Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024. Y en ese sentido la participación ciudadana ahí está: más de 1325 propuestas donde los meridanos hicieron valer su voz y se dieron un tiempo para materializar su visión de cómo se debería conducir su ciudad. Suena bonito, pero la implementación es la madre del éxito de toda política pública. Y, noticias viejas: todavía le falta.

Si bien en pasados días la regidora Diana Canto informó que se encuentran preparando un reglamento para la figura de parlamento abierto, las decisiones públicas no se detienen y cada vez son más voces que repiten lo obvio: o nos consultan o vamos a protestar por todos los medios posibles.

Animalistas al grito de guerra

En el caso del Reglamento de Fauna se hizo con criterios científicos que lo fundamentaban, pero la normatividad carecía de una redacción armónica, clara y concreta, dando pie a elementales problemas de interpretación, aunado a unas sanciones desproporcionadas. Luego el diluvio: el linchamiento mediático de un sector de la población, los animalistas, que cuentan con una significativa representatividad social y no dudaron en hacer ruido hasta nivel nacional (con independencia de si estamos de acuerdo o no en la visión de vida) tan así, que el alcalde dio marcha atrás con respecto a la publicación de semejante joya jurídica y se siguió el protocolo básico de contención de daños con prontitud. Ahora sí. 

Nada más que en esa partida de desgaste hubo gente que si está haciendo política, como la regidora Ana Gabriela Aguilar, quien de manera rápida y concreta hizo acciones de contención y de paso dejó claro porqué es la coordinadora de los regidores del PRI, aunque no pongan el logo tricolor en sus comunicados.

¿Cuál es el pretexto para seguir metiéndole sal a la herida?

Respecto a la habitual protesta a los Montejo de cada 12 de octubre, aparte de la controversia natural, ¿qué nos aporta culturalmente el pedazo de bronce en forma de Pap,s viendo desarrollos inmobiliarios al inicio de un lugar donde cada domingo se reúnen familias en un clima de paz y sana convivencia como lo es la #biciruta? ¿Tanto nos pesa la hispanidad?*

Molesta que haya opciones tan naturales que tienen una connotación neutra y que aglutinan intereses, valores universales y preocupaciones actuales, inclusive existiendo movimientos sociales que las respaldan. Pero opciones existen: Un monumento a la movilidad, a la sustentabilidad, un homenaje a la bicicleta o a la familia. Tenemos en nuestra historia a la primera familia mexicana y no lo usamos como elemento de valor y unión. Tenemos arrumbado el monumento a Zazil- Ha y a Gonzalo Guerrero al final de prolongación, cuando son parte medular y esencial de México.

El desconocimiento de nuestra historia nos impide ver las cosas desde su justa dimensión pero México como país, no nació de una conquista sangrienta. Nació cuando un hombre decidió recorrer toda la escala social de un clan, de una gran familia para pertenecer a ella, un hombre que se adaptó y se hizo uno con los que aquí habitaban. Un hombre que amaba su tierra y dio la vida por ella, por su tierra. El padre fundador de México se llama Gonzalo Guerrero. La masacre española siempre estará ahí y lo material por encima de la vida fue y sigue siendo una realidad hasta la fecha. Después de más de 500 años, creo que es buen momento para encontrar símbolos de unión y no de discordia.

Siempre se estará a buen tiempo de corregir…pero es cansado.

Desde la acción pública está la capacidad de modificar o hacer más justa una sociedad meridana que está inquieta por el constante cambio mundial de formas y visiones de vida. Pero la modernidad ya nos alcanzó y ante lo que supone la pérdida de status quo de lo tradicional, la obligación que el Ayuntamiento tiene de manera natural, es escuchar todas las voces y materializarlas en acciones concretas. No, no hay cerrazón en el dialogo con el Ayuntamiento y la sociedad civil organizada, decir algo en contrario es faltar a la verdad, pero en las acciones todavía quedan a deber en cuanto a la organización de cómo se traduce eso en resultados concretos en beneficio de los derechos humanos de los meridanos. 

Usen el parlamento abierto. Nos hará bien retomar la discusión publica y el tiempo de implementación por parte de esta administración da para un excelente ejercicio democrático, que bien capitalizado se convierte en una herramienta natural de campaña, pero desde ya. Pareciera que les da flojera o la gente que está a su alrededor sigue en la cruda electoral. Ya se parecen al gabinete estatal.

Como buen vecino meridano y ante estos errores y aciertos tengo una pregunta sería y legitima ¿Alguien cuida políticamente a Renán Barrera? ¿O no se deja cuidar?

*https://elcronistayucatan.mx/2021/10/13/monumento-a-los-montejo-aferrarse-a-la-hispanidad/?fbclid=IwAR04uoRTFLh1G5qYJsPYJS5hvrh2DFWmvY2ikcGfnBBtCA7seqbVR-86Mtl