Despiden a Sergio Abraham Rodríguez en emotiva ceremonia en el Salón Beirut
Por Rafael Gómez Chi
Mérida, Yucatán, a 16 de junio de 2021.- Ricardo Elías Dájer Lixa asumió anoche la Presidencia del Club Libanés de Mérida en emotiva ceremonia en la que se despidió con reconocimientos y aplausos a Sergio Asís Abraham Rodríguez luego de cuatro años al frente de esa organización social.
Dájer Lixa prometió ante las y los socios reunidos en el Salón Beirut que se dará continuidad a los proyectos pendientes al tiempo que se mantendrá el núcleo unido de la comunidad libanesa.
En su discurso dijo que asume la presidencia con responsabilidad y compromiso de continuar con el trabajo. “Tengan la seguridad de que pondré todo mi empeño por hacer digno de la confianza, recibimos un club de gran prestigio, nuestra misión es mejorarlo”, apostilló.
Anunció que en los próximos días iniciará un período de consulta de opiniones en algunos temas, como instalaciones, eventos y seguridad, “eso nos permitirá avanzar con una positiva y fuerte presencia en la sociedad”.
Junto con el cónsul de Líbano en Mérida, entregó un reconocimiento a Sergio Abraham “por su incansable labor al frente del club”.
Minutos antes de las siete de la noche, la Asamblea General se reunió en el restaurante Byblos para elegir a la nueva directiva y después junto con Sheila González Abraham, quien presidió el Comité de Damas, dieron una conferencia de prensa en la que se indicó que “fueron cuatro años muy exitoso gracias al esfuerzo que Sergio le dio a la comunidad, todos los socios estamos muy agradecidos”.
“Puedo decir que termino con la misma alegría y emoción con la que comencé, no sólo fueron eventos sociales, sino la gestión humana, ayuda a comunidades más necesitadas, fue un aprendizaje de todos, me voy con mucha alegría y satisfacción, con el corazón más grande con el que empecé”, dijo Sheila González.
Sergio, por su parte, pasó a ser ahora el décimo cuarto ex presidente del Libanés, por lo que dio las gracias a “todos los queridos medios de comunicación”, que fueron parte fundamental del Club.
—Esto es más que un club social, el epicentro integrador de la comunidad de ascendencia libanesa, todos los que participamos, socios, yucatecos, amigos, lo hacemos con el objetivo de fortalecer el tejido social. Si algo distingue a Yucatán es su sociedad organizada, nos sentimos orgullosos de fomentar actividades pro activas, fueron siete ejes que trabajamos incansablemente desde junio de 2017 hasta hoy, cumplimos con una gran misión en lo financiero, social, cultural, empresarial, deportivo, desarrollo humano e infraestructura, con eso cumplimos el objetivo principal.
—Me despido con una gran nostalgia, pero con la satisfacción del deber cumplido, con una sonrisa franca y con paz interior de haber trabajado incansablemente por nuestra comunidad y no solo por la libanesa sino por Yucatán. Fue un año que equivalió como a tres —dijo cuanto citó lo sucedido durante la pandemia.
—Hicimos acciones de bienestar social, nos sumamos a otras expresiones, porque nunca íbamos a poder solos, con la Arquidiócesis, con presidencias municipales, con la Cruz Roja, dimos despensas, juguetes para Tecoh, fardos de lámina para las inundaciones, kits sanitarios en el Centro Histórico.
Abraham Rodríguez comentó que sus funciones son dos recordar a los antepasados y agradecer a Yucatán, siempre la gratitud es el valor máximo que debemos tener, no solo yo, sino desde los que me antecedieron. “Me voy de descanso, desde la trinchera que nos tocará, no sabemos cuál, estaré generando un desarrollo económico”, dijo.
Refirió que entre sus logros “hicimos una renovación, el club ha tenido tres etapas, cuando inicia con Pepe Chapur, la de Ricardo Dájer, cuando vienen los huracanes, se reconstruye, y la de renovación en la parte social, las áreas de squash, canchas de tenis, dos canchas de padel, remodelamos el gimnasio de mujeres y hombres, tenemos bicicletas de spining nuevas”.
Destacó el crecimiento del 33 por ciento en el número de socios. “Teníamos una inercia de crecimiento, la pandemia nos detuvo y remamos contra corriente y lo recuperamos”.
Y, con cierta tristeza, dijo que a él le hubiera gustado entregarle un reconocimiento, en el marco de Celebremos Líbano a su primo hermano Carlos Abraham Goff, quien falleció, pero “fue un gusto dárselo a la familia”.
—Creo que me tocó aprender a servir, es una vocación y las acciones que hagas siempre van a tener una crítica, aprendes a escuchar, condensar y a tomar decisiones —dijo en medio de los aplausos.
El cónsul de Líbano, Ricardo Dájer Nahum, clausuró el evento con un mensaje en el que destacó que hace cuatro años llegó Sergio con ideas y metas claras y definidas, “hoy cuatro años después somos testigos de su trabajo impresionante, hemos sido partícipes de su trabajo y de su esfuerzo, como cónsul y de parte del embajador, le hacemos dos reconocimientos, de la Embajada y del Consulado”. Le entregaron una estatuilla del emigrante libanés y un diploma.
—No podemos entender a la comunidad sin la existencia de organizaciones sociales. En los años 60 la casona fue demolida y en los setentas José Chapur Zahoul encabezó otro grupo para construir estas instalaciones, el 1 de mayo de 1978 se inauguró el área de deportes y el 31 de diciembre de 1982 la casa club, esa trayectoria nos deja claro que sí es un club social, pero es el epicentro de la vida social y económica de la comunidad hacia dentro y hacia el exterior.
Finalmente pidió “apoyar con mucho entusiasmo, cariño y aprecio por nuestro origen a la nueva directiva para un sano desarrollo y presencia de la comunidad libanesa en Yucatán».