Saluda a dependientes, taxistas, voceadores, amas de casa y demás mientras caminó por el centro de la ciudad
Por Rafael Gomez Chi
Mérida, Yucatán, a 22 de abril de 2021.- “Soy Ramírez Marín, contrátenme”, decía Jorge Carlos a los transeúntes del Centro Histórico. Se paraba a las puertas de las tiendas y saludaba a dependientes y clientes. Había señoras que se le acercaban, curiosas, cruzaban con él dos o tres frases y pedían su gorra, roja o verde, promocional de la campaña.
—¿Cómo va el negocio?
—Pues ahí vamos, ya sabe, esto estuvo muy mal…
—Bueno, mi intención es que el Centro Histórico tenga vida, que la gente pueda transitar en él de manera segura y de que el camión llegue, pero para eso tienen que contratarme. Voten por mí.
Varios taxistas no precisamente del Frente Único de Trabajadores del Volante se detuvieron a saludarlo y a plantearle cuestiones relacionadas con la movilidad urbana. Otros conductores lo saludaron sin detener la marcha, con el claxon y sacando el brazo con la señal romana del pulgar hacia arriba.
La caminata comenzó a las puertas de una tienda departamental de la calle 63 entre 52 y 54, propiedad de descendientes libaneses. Con el frescor del aire acondicionado que escapaba de la puerta a sus espaldas, Ramírez Marín dio algunas declaraciones en las que habló de su encuentro con industriales del vestido.
En el encuentro con los socios de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido el candidato del PRI y del PRD a la alcaldía de Mérida dijo que se requiere de un impulso integral que implique menos trámites burocráticos, créditos accesibles a tasas preferenciales y un festival internacional en el que se posicione la marca “Mérida de Moda”.
—No se trata de sobrevivir, se trata de liderar. Se trata de ponernos en los ojos del mundo —dijo.
—La responsabilidad del Ayuntamiento es hacer de la ciudad un espacio con un ambiente de negocios tan propicio que estimule la inversión, la capacidad de crédito, que estimule a los empresarios a tener esas metas altas y no perder el futuro —apuntó.
—Aspiro a un Ayuntamiento en donde prácticamente no exista ninguna necesidad de presentarte a las oficinas, que todo se pueda digitalizar. En ese sentido, he avanzado en pláticas con distintas empresas para convertir a Mérida en una ciudad digital a partir de su autoridad, lo que significa que el primer espacio donde tiene que haber 100 por ciento trámites libres de cualquier tipo de presencia física o de papeles, tiene que ser el Gobierno de la ciudad —dio a conocer.
Como ya lo ha propuesto en otros escenarios, Ramírez Marín dijo que es indispensable asegurar el acceso a créditos para pequeños y medianos empresarios a fin de que tengan posibilidades de ampliarse, fortalecerse y explotar toda la creatividad textil, tan característica de los meridanos.
—¿Y qué puede hacer el Ayuntamiento por el dinero? Puede ayudar a encontrar tasas preferenciales, atraer a esos fondos financieros y convertirse eventualmente en un aval solidario. Se trata de implementar un esquema en el que podamos participar bien y de común acuerdo.
En su opinión, la marca “Hecho en Yucatán” está muy bien, pero consideró que a eso podría añadirse una que se llame “Mérida de Moda”.
—¿Qué pasa si nuestros uniformes se vuelven emblemáticos en el mundo? A mí me gustaría que fuéramos una noticia nacional, que dijera: Los policías del Centro Histórico son vestidos por las mentes y el diseño creador de yucatecos que los usan como exponentes de su calidad. Lo mismo con el uniforme del personal, de los que desazolvan pozos, o cuidan los espacios deportivos. Todo, toda la ciudad tiene que ser un escaparate de nuestra creatividad. Y el Ayuntamiento puede ser, en ese sentido, clave.
Después de la entrevista, el candidato inició su recorrido por la calle 63 rumbo hacia la 58. Se detuvo a saludar a las dependientes de una tienda de negligés y ropa interior para mujeres y cruzó palabras con voceadores y hasta con el grupo de personas con discapacidad visual que a diario tocan música tropical en la Segunda Calle Nueva.
A poca distancia del candidato, una bocina dejaba escapar el tema tropical de la campaña: “!Con el gordito Marín, tirín, tirín, tiririrín”.