Por Rafael Gómez Chi
Preguntas sobre los estatutos y acerca del código de ética partidista fueron algunas de los 50 reactivos que respondieron durante el examen de selección alrededor de 120 hombres y mujeres priístas que aspiran a ser postulados para un cargo ya sea como legisladores o regidores.
Unos seis salones del Centro de Estudios Superiores de la CTM “Justo Sierra O´Reilly” fueron ocupados por los aspirantes divididos en grupos de 20 personas a metro y medio de distancia, respetando las normas sanitarias y con las ventanas abiertas.
El cronista constató la presencia de políticos como Luis Borjas Romero, Carlos Salomón Barbosa, Fernando Romero Ávila, Carmen Navarrete Navarro, Linett Escoffié Ramírez, Francisco Medina Sulub, José Antonio Sosa Mendoza, Angélica Araujo Lara, entre otros.
También presentaron el examen los ex alcaldes de Tekantó, Bokobá, Calcalchén, Suma de Hidalgo, Motul, el actual alcalde Tixkokob que busca la reelección.
La prueba fue del tipo de las que aplica la Universidad Autónoma de Yucatán o cualquier institución pública universitaria, con el listado de preguntas de selección múltiple y un cuadernillo de respuestas.
Las y los aspirantes debieron llevar su lápiz Mirado del número 2 para rellenar los cuadros de las respuestas que consideren correctas.
—¿Y como qué les preguntaron? —inquirió el cronista a uno de los aspirantes.
—Son preguntas que vienen de los estatutos y que tienen que ver con temas de política y administración publica.
A todos los aspirantes les decomisaron sus celulares, pero Luis Borjas hizo trampa. Porque a mitad del asunto recibió una llamada e incluso salió a contestarla.
El dirigente estatal, Francisco Torres Rivas, con su comité, pasó de salón en salón a dar un mensaje a los políticos y a las políticas que estaban contestando las preguntas.
El examen es uno de los requisitos que la dirigencia nacional del tricolor puso, a fin de tener más elementos en la toma de decisiones a la hora de definir las candidaturas y con ello evitar berrinches de los que no son postulados.
No sólo en el PRI, sino en los demás partidos políticos, los aspirantes a un cargo hacen un rabieta cuando no son seleccionados y se van a otros institutos, donde compiten por el cargo, algunas veces lo logran, otras veces no.
Varios priístas comentaron al cronista que ojalá acaten los resultados y no salgan luego con “lo suyo”, es decir, no se rebelen y haya unidad auténtica en el partido a la hora de la campaña y de las votaciones, “porque esto nos debe beneficiar a todos”.
—¿Metiste tu acordeón o copiaste en el examen? —preguntó el cronista a uno de los aspirantes.
—¡Yo sí estudié, amigo, no como otros!