Duro discurso del candidato a la alcaldía de Mérida por el PRI y el PRD. «No trabajaré para la reelección, la gente no quiere eso»
Por Rafael Gómez Chi
Mérida, Yucatán 18 de abril de 2021.- Jorge Carlos Ramírez Marín calentó la campaña. De espaldas al Ayuntamiento de Mérida y de frente a la Catedral, en la Plaza Grande, disparó: “No nos vamos a reelegir, nos bastan tres años para demostrarle a los yucatecos cómo se gobierna”.
—¡No reelección! ¡No reelección! ¡No reelección! —secundaron, a gritos, los acompañantes, entre ellos las candidatas a regidoras y, a su lado, el perredista Alejandro Cuevas Mena.
Terminó bañado en sudor. Con una toallita se secó la frente y luego se atusó el cabello. Varias personas lo felicitaban por el discurso.
—Este es un clamor en la sociedad y la apuesta de los que hoy gobiernan es venderle a la sociedad que no hay más alternativa que ellos, crear el temor por un lado, de ¿qué les pasaría si gobiernan estos? Y por el otro miren, estos son improvisados.
Hacía sol, pero el candidato a la Presidencia Municipal de Mérida por el PRI y el PRD hablaba justo a la orilla de la sombra de una higuera que los yucatecos confunden con un laurel.
Así contó las experiencias por las que ha pasado en su trayectoria como político. “No he sido dos veces presidente del Congreso de la Unión porque no sepa cómo ayudar a ponerse de acuerdo a la gente. Esa, quizás, sea mi mayor experiencia. No fui secretario nacional de Desarrollo Urbano por no tener alternativas o no poder buscar a los expertos y convocarlos para dar respuestas, esa es la verdad —dijo.
—Pero tratarán de hacernos creer que no hay más remedio que ellos, es una propuesta muy pobre. “Más de lo mismo” es una propuesta muy pobre. Decirte con lo que he aprendido en estos seis años te voy a dar respuesta a los próximos tres, la verdad, es exactamente al revés, el que no te ha dado respuestas en seis años no te las va a dar en siete, ocho o nueve, ¡esa es la verdad!
Frente al candidato una fila de camarógrafos y junto a las bocinas varios reporteros grababan el audio. A pocos metros, los puestos de Mérida en Domingo. Un ventero de cubrebocas se detuvo a escuchar.
—Mérida necesita de nosotros. Necesita de mantenerse efectivamente con la mira puesta en seguir creciendo, pero tiene que crecer con justicia, de lo contrario está cada vez más visible brecha entre pobres y ricos, entre los que tienen oportunidades y los que no tienen ninguna, entre los que pueden atender su salud y los que tienen que esperar la muerte, entre los que tienen para gozar y los que tienen que vivir sufriendo.
El cronista iba de aquí para allá. Un hombre y una mujer preguntaron, en español mal pronunciado, por no ser su idioma, quién era esa persona y de qué se trataba. “Oh, it´s a meeting! ¡A political campaing!”.
Y el candidato continuaba:
—Esa brecha va a acabar con nuestro futuro, nos va a poner a todos en el mismo destino, la quiebra absoluta de los valores y la esencia de la ciudad, el fin completo de esto que hemos adorado a lo largo del tiempo y que hemos cuidado tanto la fuerza de nuestro tejido social por sus valores comunitarios.
Entonces, alzó más la voz, porque, para su mala suerte, el sonido no era bueno, se oía entrecortado el micrófono y los ayudantes no buscaban como resolverlo, que era un problema de voltaje, excusaba el responsable del audio.
—Seguir comprando votos destruye el alma de la sociedad yucateca, su civismo trata de que de acabar con lo más valioso de esta ciudad su ciudadanía, creer que con ofrecerle a la gente bienes porque se está muriendo de hambre. Garantizamos el futuro de la ciudad, es una equivocación, garantizamos el futuro de los mismos, garantizamos el futuro de sus amigos, garantizamos el futuro de su grupo político y de su grupo de negocios, pero cancelamos las oportunidades de los jóvenes y de las mujeres de Mérida que no se tienen la culpa de lo que hemos hecho mal los gobernantes.
Por ello, dijo que “es la hora de dar un cambio definitivo, es la hora de ser los protagonistas del futuro por eso frente a usted este compromiso: No reelección. Este equipo trabajará tres años y en esos 3 años demostraremos lo que se puede hacer. No trabajaremos para reelegirnos, trabajaremos para que los cambios sean inmediatos, para que donde la pobreza mental y la mezquindad ven imposibles, nosotros demostremos todo lo que se puede cambiar, todo lo que se puede hacer por Mérida.
—¡Viva Mérida una sola Mérida! Vivan los meridanos y su espíritu noble del que se han abusado tanto tiempo. Esta es la hora amigos. Llevamos una semana ganando la consideración, el aprecio y el apoyo de la gente, no vamos a parar, vamos con todo, que Mérida regrese a los meridianos, que regresen las oportunidades. Vamos con todo, todos juntos por Mérida.
Finalizado el discurso, el candidato ofreció entrevistas a los medios de comunicación y después atravesó la plaza saludando a la gente. Cruzó la calle y se sentó con María Elena, Malena, como el la llama, a comer un helado de El Colón. Y el calor derretía no solo los sorbetes…