Por Rafael Gómez Chi
La fotografía en la página impar de la sección de Policía ocasionaba asco y era irritante. El fotógrafo llegó al sitio del siniestro antes que los cuerpos de seguridad y auxilio, de modo que pudo tomar de cerca el rostro ensangrentado de la víctima, una mujer joven que falleció a causa de un siniestro vial.
A diario se mueren unas tres mil 600 personas en el mundo a causa de los siniestros viales. El ingeniero de tránsito René Flores Ayora calcula que anualmente fallecen 1.3 millones de personas en estos hechos, los cuales no son accidentes porque pueden ser prevenibles y evitables.
Precisamente por eso, en el marco del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas por los Siniestros de Tránsito un grupo de personas llevó a cabo una manifestación simbólica y pacífica en el Monumento a la Bandera.
El ingeniero precisó que este día es para recordar a millones de personas que han muerto y resultado gravemente heridas en las calles, avenidas y carreteras del mundo, y para reconocer el sufrimiento de todas las víctimas, familias y comunidades afectadas.
Acompañado por periodistas, políticos, ciclistas y personas señaló que este día se ha convertido en una herramienta importante para los gobiernos municipales, estatales y federales, y todos aquellos cuyo trabajo implica la prevención de siniestros de tránsito o la respuesta a las secuelas de los siniestros, ya que ofrece la oportunidad de demostrar la enorme escala y el impacto de las muertes y lesiones en las calles, avenidas y carreteras.
Luego de señalar que hace 15 años la Organización de las Naciones Unidas pidió recordar a estas víctimas cada tercer domingo de noviembre, indicó que en Mérida hace 10 años un grupo de entusiastas comunicadores, reporteros, periodistas, especialistas en seguridad vial y transporte conmemoraron en el Paseo de Montejo por 43 el primer evento con la asistencia de numerosas personas.
Los objetivos del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas por los Siniestros de Tránsito son recordar a todas aquellas personas que han muerto y heridas de gravedad en calles, avenidas y carreteras; reconocer el trabajo de los servicios de emergencia, paramédicos, enfermeras, doctores y oficiales de la seguridad vial y llamar la atención sobre la respuesta legal que generalmente trivializa las muertes y lesiones culposas en las vialidades.
Flores Ayora recordó que es necesario abogar por un mejor apoyo a las víctimas de un suceso de tránsito y no dejar las cosas en la impunidad, como es lo ocurrido con Julio Cih Huchim, muerto en un hecho de tránsito en Maxcanú y el responsable se dio a la fuga.
Afirmó que los siniestros de tránsito no son accidentes, pues no ocurren de manera fortuita, sino que son consecuencias previsibles y prevenibles con una causa, por lo que todos podemos hacer algo por prevenirlos.
“Tenemos que conducir un automotor con prudencia, responsabilidad. Hace falta una campaña emocional objetiva para hacer conciencia en todos, automovilistas, motociclistas, ciclistas, peatones, que se respeten los límites de velocidad”, dijo.
Este año han muerto aproximadamente 150 personas en la Entidad y el Anillo Periférico es una de las vías más peligrosas en las que han perdido muchas vidas, dijo. Es necesario reducir los límites de velocidad en el periférico de Mérida a 80 kilómetros por hora y en las laterales a 50 kilómetros por hora.
El 85 por ciento de las personas muertas en siniestros viales han sido personas vulnerables, tales como peatones, ciclistas y motociclistas. Hay imprudencia, pero se puede evitar, dijo. El año pasado fueron 322 personas las muertas en los hechos de tránsito. Ha reducido ahora pero es a causa de que se redujo la movilidad en la pandemia del Covid-19.
Acerca de las ciclovías dijo que habrá más seguridad para los ciclistas, por lo que apoyó la propuesta de los gobiernos estatal y municipal de construir más vialidades de ese tipo en la ciudad.