Desamparada, víctima de fatídico siniestro vial pide apoyo

Elsa sobrevivió al impacto de aquella Van de Dzununcán con un trailer en Anillo Periférico hace un mes. Ni el FUTV ni el trailero le responden

Por Ana Celia Rodríguez

Mérida, Yucatán, 29 de agosto de 2021.- Elsa Quijano Navarrete es una de las sobrevivientes del fatal siniestro que ocurrió el pasado 30 de julio en la periferia de la la ciudad, donde 8 personas perdieron la vida después que el colectivo de la ruta Dzununcán se impactó contra un tráiler. 

Ya ha pasado casi un mes del accidente donde Elsa salió lesionada, pues tras el choque cinco personas cayeron sobre su pierna la cual terminó quebrada, así como un objeto de metal se le.incrustó por encima de la rodilla, dejándola imposibilitada para caminar y con una operación que requirió la reconstrucción del hueso de su pierna con una placa de platino y 4 clavos.

«Yo no morí, fue una bendición de Dios, pero ahorita yo me siento una inútil por qué no tengo como mantener a mis hijas, porque no puedo trabajar, mis hermanas me han apoyado demasiado, pero yo necesito trabajar, porque no pueden mantenernos toda la vida”, señaló entre lágrimas.

Dijo que desde que salió del hospital O’Horan el pasado 18 de agosto, no ha podido regresar a sus consultas de seguimiento, pues al no poder trabajar, no cuenta con los recursos económicos para costear su traslado hacia el hospital, ni para pagar los medicamentos.

«Ahorita no tengo ningún apoyo ni por parte del seguro de la combi, ni del tráiler. Ninguno se ha hecho responsable de los gastos que hemos tenido las personas que sobrevivimos, no siquiera han buscado acercarse para ver si estamos bien”, dijo.

«Y es que fue un accidente que se pudo haber evitado, si el chófer de la combi donde viajábamos no hubiera estando conduciendo a exceso de velocidad, probablemente hubiera podido frenar y no impactarse de lleno con el tráiler que bajaba del puente”, aseguró.

Elsa comentó que antes de las accidente ella se dedicaba a freír grasa para realizar manteca y venderla y con esto mantenía su hogar y a sus tres hijas una de 13, otra de 11 y la más pequeña de 8 años de edad, por lo que también se encuentra preocupada pues ese oficio con el que sostenía a su familia.

Señaló que por ahora necesita atención médica y psicológica, pues asegura que por las noches no logra descansar pues el recuerdo del siniestro está presenten en su memoria.

«No es fácil olvidar ese accidente, cuando ves tanta sangre, ves que tu vida se está yendo en un momentito. La gente gritando y yo solo pedía a dios que nos proteja. Actualmente no puedo dormir por las noches porque solo sueño con el accidente y estoy en espera del golpe”, comentó.

Si usted tiene las posibilidades de apoyarla, ya sea con productos de curación, medicinas o económicamente, puede contactarla al número 9993-89-84-59.