Yucatecas y yucatecos, con alta participación en las urnas

De 2009 a 2018 la asistencia a las urnas en Yucatán rebasó la media nacional y se ubicó en 63.775 por ciento. «Yo sí voy a votar», dice la gente. Las mujeres marcan la diferencia

Por Rafael Gómez Chi y Ana Celia Rodríguez

Mérida, Yucatán, a 7 de mayo de 2021.- A un mes de las elecciones, las yucatecas y los yucatecos se alistan para ir a las urnas con un historial de participaciones que de 2009 a 2018 rebasó la media nacional, al ubicarse en el 63.775 por ciento.

Las mujeres han sido las que en mayor medida acudieron a sufragar en esos comicios, de acuerdo con los estudios y análisis del Instituto Nacional Electoral y del Instituto Electoral y Participación Ciudadana.

En la población en general el porcentaje de mujeres es superior al de los hombres, pero cuando e trata de ir a votar, ellas lo hacen mucho más y marcan la diferencia.

María Bolívar lo explica a El Cronista Yucatán. “Sí voy a votar. Porque me parece importante hacer el ejercicio de participación ciudadana. Aunque los políticos hagan y deshagan con sus propuestas, es necesario informarse a fondo y poder elegir, para tener un punto de partida sobre mi posición política en mi comunidad”.

También Analía Chacón afirma, contundente, que sí acudirá a votar. “He decidido ejercer mi derecho al voto porque si bien, la democracia en México parece no existir, aún creo en el poder que tenemos como ciudadanía en informarnos, cuestionar y exigir la calidad de vida que merecemos”.

En su opinión, “el ejercicio de las votaciones debe ser de plena responsabilidad ciudadana y las personas que deseen representarnos en los diversos poderes deben rendir cuentas y actuar siempre en función del bien común”.

El Sur-Sureste del país es el menos desarrollado y cuenta con un menor índice de industrialización con respecto del Centro y el Norte, pero cuando se trata de política y de elecciones, la gente acude en mayor medida a sufragar. Además la participación de las zonas rurales en el caso de Yucatán y de Chiapas aumenta ocho puntos con relación a los núcleos urbanos.

Pero centremos el tema en Mérida, la capital yucateca, la ciudad con mayor desarrollo económico y con un índice de calidad de vida muy superior a otras regiones del país y de América Latina.

El mayor porcentaje de participación ciudadana ocurrió en las elecciones del 2012, cuando acudió a votar el 71.4 por ciento de la lista nominal de electores de la ciudad de Mérida. De 589 mil 26 personas inscritas en la lista nominal, acudieron 407 mil 307 a depositar sus votos.

Fue la primera elección en la que participó Renán Barrera Concha como candidato del PAN a la Presidencia Municipal de Mérida y obtuvo el triunfo.

La menor participación de votantes se dio en el proceso de 2009. La lista nominal era de 561,727, pero solo votaron 298 mil 991, el 53.8 por ciento del total, pero en ese año no se eligió autoridad municipal, solo diputados federales, de ahí el “desinterés” de los y las meridanas.

En el 2015 la lista nominal de Mérida aumentó de 627 mil 533 personas, pero sólo fueron a votar 360 mil 53, es decir, el 60.9 por ciento del total. Ese año sufragó el 56.4 por ciento de mujeres contra el 43.6 por ciento de los hombres. En el 2015 resultó electo alcalde de Mérida el ahora Gobernador, Mauricio Vila Dosal.

Y en el 2018 votaron 445 mil 851 personas de una lista nominal de 679 mil 847 personas que vivían en el municipio de Mérida, es decir, el 69 por ciento. Y la participación de las mujeres correspondió al 54.9 por ciento mientras que la de los hombres alcanzó el 45.1 por ciento.

La lista nominal es diferente al padrón electoral, se conforma de todas las personas que pueden sufragar, porque cuentan con la credencial autorizada y vigente para ello. Se trata de personas de 18 años en adelante.

Yucatán, como Entidad, solo aporta el equivalente al 1.7 por ciento del total de los votos que se recogen en todo el país de acuerdo con la lista nominal de electores. En el 2018 ocupó, como Estado, el primer lugar nacional de participación ciudadana con el 75.4 por ciento.

Sin embargo, fue en un proceso anterior que tuvo la más alta afluencia en las urnas con el 77.4 por ciento, superando ampliamente la media nacional del 63.3 por ciento que ha promediado el INE en las dos primeras décadas del siglo 21.

Los hombres también opinan. René Rivero dijo que “con base en una estadística histórica, sabemos que los políticos cumplirán tan pocas promesas que hicieron, y dañaran al país tanto que ellos necesiten asegurar la vida de sus próximas generaciones”.

—El voto es para elegir a nuestros representantes, los cuales exponen a su criterio las mayores problemáticas o necesidades que tenemos como pueblo y así nosotros elegir al que más problemáticas vaya a atacar. Pero sí, históricamente sabemos que no lo harán, quiere decir que ninguna de las opciones que nos dan nos resuelven nada. Es como que me den a elegir entre comer estiércol o vómito.

Elías Munguía dice que él sí saldrá a votar, “porque siento que tengo el deber de hacerlo; sin embargo me molesta que para todo haya que sacar citas, y esperar la vida, pero estoy casi seguro que para votar irás a amontonarte como si no existiera pandemia”.

Ignacio Rivero apuntó que “únicamente voy a votar para ejercer mi derecho de participar en las decisiones y porque es mi deber civil, pero no estoy a favor de ninguna propuesta, candidato o partido”.

—Me parecen propuestas escuetas, además de que el constante cambio de militantes entre partidos políticos, evidencian que el propósito de su candidaturas son intereses personales y no por convicción.