Comunidad libanesa conmemora el Día Internacional del Emigrante Libanés

Por Rafael Gómez Chi

A 150 años de la llegada de los emigrantes del Líbano a México y Yucatán, la Mérida que hoy disfrutamos es el resultado de las interacciones étnicas, de la influencia del crisol de nacionalidades que la originaron, de las familias mayas, españolas, coreanas y por supuesto, las libanesas, que con el paso tiempo se han fundido para hacer una gran familia, la yucateca, sin perder ninguna de ellas, sus orígenes, raíces, su orgullo, costumbres y tradiciones.

Lo anterior lo señaló el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, en un mensaje que dio en el Salón Beirut del Club Libanés donde se conmemoró el Día Internacional del Emigrante Libanés.

Ante el cónsul de Líbano, Ricardo Dájer Nahum, y el presidente del Club Libanés, Sergio Abraham Rodríguez, el presidente municipal dijo que a 479 años de distancia de la fundación de nuestra ciudad, esa ha sido la clave, la razón fundamental de esta riqueza cultural que nos permite celebrar el “Día del Emigrante Libanés”, en su casa, en representación del pueblo de Mérida.

—La diplomacia cultural reviste un valor como un importante instrumento de acercamiento entre los pueblos que nos permite abrir nuevos espacios para construir vínculos culturales y sociales en la que nuestra “Mérida de Diez”, tiende puentes de diálogo y acercamiento con quienes se suman a su construcción con la aportación de su trabajo cotidiano.

El alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, dirige un mensaje a la comunidad libanesa

Barrera Concha afirmó que todos juntos, como una sola comunidad, estamos convocados a continuar edificando esta ciudad para nuestras futuras generaciones. Si continuamos fortaleciendo el bien común sobre las prioridades individuales, tendremos la certeza de que estaremos heredando una mejor ciudad a nuestras familias y honrando la memoria de nuestros antepasados.

Felicitó Sergio Abraham “por la gran labor que ha estado realizando por el Club Libanés que es epicentro de cultura, familia y actividades” y aseguró que el Ayuntamiento “continuará teniendo puertas abiertas para todos y dispuestos a seguir manteniendo seguridad y paz social que como sociedad nos caracteriza”.

Dijo que sin duda una de las características que distingue a la comunidad libanesa, es el grado de amistad y buenas relaciones que tenemos mutuamente, que nos permite asumir con una sola identidad el hecho de considerarnos como un solo pueblo, lo que ha permitido dinamizar el desarrollo económico, político y social de Mérida y Yucatán.

Hizo un reconocimiento también a la muestra de generosidad y solidaridad que han brindado con sus apoyos a la entidad, ha quedado más que patente en estos tiempos difíciles para todos, donde a toda costa se procura evitar el dolor evitable y sumar esfuerzos en ánimo del bien común.

Hizo referencia al hecho de que hace unos días el Cabildo de Mérida aprobó nombrar “Dr. Fernando Elías Dájer Nahum” a la calle 1-H que va de la calle 22 de la colonia México Norte a la calle 8 del fraccionamiento Residencial Colonia México. “Que este reconocimiento sea compartido con todo el personal médico de nuestro estado”.

Ricardo Dájer Nahum, cónsul honorario de Líbano en Yucatán, destacó que el hecho de nombrar a una calle el nombre de un emigrante libanés como el doctor Dájer Nahum, nos obliga a ser ciudadanos ejemplares, en beneficio de los habitantes de la ciudad. Es un reconocimiento a los médicos y enfermeros por su superior compromiso con la ciencia y la salud.

Por su parte, Abraham Rodríguez agradeció a México y a Yucatán porque recibieron con los brazos abiertos a los emigrantes libaneses para darles la oportunidad de renacer como comunidad y por conocer, difundir y transmitir los valores de los emigrantes.

Recordó los tres días de eventos que se hicieron como la muestra de expresión artística y de talento musical que proyectaron los valores de trabajo, creatividad y espíritu de lucha; la muestra de apoyo social proyecto los valores de unidad comunitaria y social.

Además, mencionó la plática Líbano la migración viva, que evocó la identidad y las raíces de la comunidad y la unidad familiar.

—Hoy concluimos estas celebraciones, pero nuestra obligación de seguir aportando con nuestro pequeño grano de arena a fortalecer el tejido social de nuestro estado y ciudad a través de una sociedad cada vez mas propositiva, proactiva y positiva es una labor de todos los días y como comunidad nos comprometemos a seguir trabajando por este gran objetivo.

Al término de la ceremonia protocolaria se depositó la ofrenda floral en el monumento al Emigrante Libanés que se encuentra en la rotonda de la entrada del Club Libanés.