El extraño proceder de la Canacome

El jueves 1 de octubre, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo de Mérida, Michel Salum Francis, hizo llegar a los medios de comunicación un boletín de prensa en el que subrayó que la reubicación de los paraderos generó inconformidades entre la ciudadanía “y comerciantes del centro de la ciudad”.

El comunicado causó extrañeza por la sencilla razón de que Salum Francis empeñó su palabra en la firma del Plan de Mejora de Movilidad Urbana en el Centro Histórico de Mérida, de esperar como mínimo tres meses de ejecución para poner sobre la mesa los posibles ajustes.

Si bien es cierto que en redes sociales la reubicación de los paraderos ha ocasionado quejas y memes de numerosos usuarios, éstos se centran en un sólo tema: Tenemos que caminar mucho, situación que podría resolverse con ajustes en las distancias.

En ningún momento hemos visto quejas de los comerciantes por la falta de clientes o por las bajas ventas, de modo que no se alcanza a explicar cuáles son esas inconformidades de las que habla el dirigente de la Canacome.

El cronista ha caminado no una sino varias veces el Centro Histórico. No sólo una zona o un área, sino todo. Desde San Cristóbal a la Plaza Grande y por el mercado. Ha hecho compras en diversos establecimientos y los puede citar: Bolsas de papel en una tienda en los bajos del Edificio Siglo XIX; un encargo de cierres y botones en Huacho Martín; refrescos en una miscelánea de la Segunda Calle Nueva; un encargo de repuesto de virador de pestañas; un socket y un foco en una tienda en la calle 60 en las afueras del Bazar García Rejón. Y en todos los establecimientos tenemos la costumbre de conversar, de preguntar, de indagar, cómo les va, qué piensan, qué dicen, qué está mal y qué se mejora.

En todos la gente se queja de lo mucho que camina y de que las ventas aún no son las esperadas, pero al mismo tiempo están conscientes de que la economía apenas se está recuperando.

¿Por qué Michel Salum dice que hay quejas de los comerciantes? ¿Acaso lo están presionando los mismos de siempre que no quieren ver ningún cambio, ninguna otra propuesta? ¿Por qué no mejor la Canacome presenta algo novedoso en el tema del transporte para que la gente que no necesita ir al centro se mueva de otro modo en la ciudad?

Hay comerciantes que estaban acostumbrados a ver gente amontonada a las puertas de sus negocios y eso daba la impresión de buenas ventas. Pero no. Tener gente esperando la combi a las puertas de una tienda departamental no significa que todos a diario y a cada rato entren a comprar. ¿Por qué insistir en más de lo mismo?

¿Por qué no mejor pedir al municipio que desazolve pozos? ¿Por qué no señalar que haya luz en los postes públicos? ¿Por qué no pedir mejor y más vigilancia?

Mérida ya no puede seguir siendo esa ciudad huertana que fue por más de un siglo. El Centro Histórico necesita un volteón, un giro de 180 grados. El comercio tiene que revitalizarse y adaptarse a las nuevas formas. Ah, pero en vez de proponer cambios de fondo, lo preferible es la pereza mental y ante ello mejor se dice, hay quejas, hay denuncias.

Sí, sí hay quejas. Sí, sí hay denuncias. Sí. Pero vayamos acostumbrándonos a ponerles nombres y apellidos. Y también díganse los por qués.