«Titeradas» volverá de manera virtual, porque hasta los títeres sufren en la pandemia

Por Rafael Gómez Chi

Titeradas vuelve por sus fueros. Aún con la pandemia del Covid-19 a cuestas, el equipo ahora dirigido por Andrea Herrera Lopez planea su retorno a los escenarios, pero de manera virtual, en streaming, dentro de algunas semanas.

En el Teatro Pedrito, Andrea cuenta a El Cronista Yucatán cómo le ha ido a los títeres y a la Chichí Loche en este encierro. Y en una pared, desde lo alto, Lela Oxkutzcaba vigilaba con el rabillo del ojo al cronista desde la portada de Playboy. ¡Cristo, nena! Lela Oxkutzcaba alcanzó tanta fama mundial, que antes de Marge Simpson, posó para Playboy.

Andrea Herrera López adelanta la primicia. Titeradas volverá a finales de septiembre, principios de octubre de este año, con un nuevo formato, adaptado al mundo digital y a las redes sociales.

—En este nuevo formato de llamarle la nueva normalidad, el espectáculo de los títeres, de Titeradas, ¿cómo se está dando?

—Hemos tenido nuestros primeros acercamientos para hacer todo esto del teatro por la vía streaming. Ya tuvimos tres funciones virtuales y ha sido complicado, difícil, diferente. La primera fue un contrato que nos hicieron desde Cancún, hicimos una función virtual, pero en vivo, entonces fue muy complicado porque no había la reacción que esto genera. Luego hicimos Lela de las Galaxias. Buenísima la respuesta, la gente la quiere.

—Sí respondió la gente

—Sí.

—Digo, la gente paga el Netflix, el cable, el HBO, pero, ¿pagan los títeres?

—Esa fue buena. Sí. Luego tuvimos otra un poco más bajita, pero nos fue bien.

Cae de perlas la entrevista

—Con mi hermano Juan y las personas de Titeradas estamos preparando un nuevo programa de Titeradas que vamos a lanzar con rueda de medios y con todo, porque es la nueva puesta que tenemos, es en forma digital y con formato para redes sociales.

—¿Será como un remake?

—No. Será completamente diferente. Sí saldrán los personajes de siempre, pero incluiremos nuevos.

—De aquellos personajes antiguos cuáles estarán presentes.

—Va a estar don Mech, Lela, Chereque, Totoyo, Mireya, Zoila, y así poco a poco los iremos sacando de la maleta, de la bodega. La complicación es que mi papá hacía 15 de las voces de Titeradas y tendremos que buscar quien haga eso y tenga un compromiso, que no sólo sepa hacer la voz, sino que acuda cuando se le cite, que espere los tiempos necesarios y madure y rinda frutos.

—¿Cuándo estaría esto en bien y por donde lo transmitirías?

—Ahora estamos en plenas grabaciones, hoy tenemos la de unos fragmentos y luego la edición y ponerle música. Pedro está componiendo el nuevo tema musical, Juan está haciendo la edición, Ángel está haciendo los títeres, estamos conjuntando nuestras fortalezas para hacer algo chévere. Las partes de Lela estamos tratando de conservar la voz de Wilberth, intentando de hacer una cosa que se llama El sabucán de los recuerdos. Creo que estaríamos como para finales de septiembre o principios de octubre.

El formato será muy rápido.

—Cómo una especie de programa de revista.

—Y es una prueba. A ver si funciona. Tendrá musicales, vamos a tratar de hacer todo lo que sabemos hacer.

—Ya hiciste una proyección, ¿cómo te fue?

—Mal, hay que decirlo. Los niños son los que lo ven, pero los papás compran el boleto. Estamos haciendo una estrategia para llegarles a ellos. Como llegarle a los papás y decirles que los niños y las niñas necesitan diversión de otro tipo, porque todo el día están con la tarea. La única forma es esta y hay que enamorar a los papás.

—El teatro, ¿esperas que algún día vuelva a funcionar?

—Estoy casi segura que hasta mediados del año que viene podremos pensar que sí. Nos llamaron de la Secretaría de Cultura para ver los protocolos, pero a mí no me convendría abrir. Ve el lugar. Caben 92 personas. Y te van a decir que sólo puedes abrir con el 25 por ciento, no dará ni para la nómina.

—Eso te iba a preguntar, ¿cómo ha estado el apoyo de las autoridades?

—Pues no he pedido mucha ayuda. Tuve un acercamiento con Renán Barrera y él a través de Irving Berlín tuvimos unos espacios para dar las funciones en Olimpo On Line, está súper bien. He tenido pláticas con la Secretaría de la Cultura, pero es un poco más complicado, y lo entiendo. Por eso hemos aplicado a becas, sin influencias, y si queda el proyecto qué chévere.

—Pero eres Andrea Herrera, independientemente de lo que hizo tu padre, la gente ya sabe quién eres.

—Creo que es un momento complicado para todos, para las autoridades también, no hay presupuesto y lo que hay ya está asignado en cuestiones de la pandemia, creo que la cultura es lo último que están contemplando. Entonces hay algo fuerte, por ejemplo, cómo conservar este lugar, porque si lo dejas cerrado se deteriora, se derrumba. Y va generando gastos, pagar a la gente.

—Creo que hay un personaje nuevo, una chichí, cuéntanos un poco de ella.

—La Chichí Loche. Lo creamos hace ocho años, pero ahora le estamos dando más impulso, que la gente la conozca, porque tiene una personalidad muy simpática, la modernidad la está atropellando. Su nieto llega y le dice dame mi tableta y ella le da una pastilla de Naproxeno, porque es su pastía para la rodía. Es cómo la modernidad puede atropellar a la gente de la tercera edad. Ahora lo vemos en la digitalización y Chichi Loche viene muy bien. Y además queremos regresar a este amor de hacernos loch.

—Hacernos loch.

—Abrázame.

—Mantener esa identidad del yucateco que se ha estado diluyendo en las migraciones y en la internet.

—Exacto. Eso es seguir conservando todo. Tenemos un camino trazado y hay que seguirlo, hay que reforzar nuestra idiosincracia. Una de las fortalezas del teatro virtual es que llegamos a muchas latitudes. Lela de las Galaxias lo vieron en España, Dubai, Estados Unidos, Chile, Argentina. Y nos escribieron y nos decían que nos veían. Y ese es el lado bueno de las redes sociales.