El Cronista Yucatán
Mientras las familias descansan, cientos de trabajadores ponen en marcha, otra vez, el corazón de la feria más grande de Yucatán.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 17 de noviembre de 2025.- Al amanecer, la Feria Xmatkuil 2025 parece otro lugar. Donde horas antes había música, risas y filas interminables, solo quedan pasillos vacíos, pisos húmedos y el eco lejano de una noche que ya pasó. Pero mientras el público duerme, la feria entra en otra fase: la de quienes la reconstruyen cada día para que vuelva a brillar.
Cuadrillas de limpieza recorren el recinto de punta a punta, barriendo restos de comida, vasos, programas de mano y todo rastro de la jornada anterior. Camiones recolectores hacen viajes constantes y personal de mantenimiento revisa desagües, contenedores y áreas de depósito. Detrás de cada mañana “limpia” hay horas de trabajo que casi nadie ve.
De forma paralela, los puestos de comida vuelven a la vida: se encienden parrillas, planchas y hornillas; se acomodan mesas, hieleras y anaqueles. En los corrales, el personal revisa a los animales, limpia áreas de exhibición y repone agua y alimento. Más allá, técnicos ajustan lonas, estructuras, cables y luminarias, para que cada show, juego mecánico y pabellón abra a tiempo.
A este engranaje se suman policías, paramédicos, electricistas, taquilleros y operadores de maquinaria. Su trabajo inicia mucho antes de que el público llegue y termina cuando el último visitante se ha ido. La Feria Xmatkuil 2025, en su edición 51 y la más concurrida hasta ahora, depende de esa maquinaria humana que casi nunca aparece en las fotos, pero sostiene la operación día tras día.
Aunque no se difunden cifras oficiales actualizadas, estimaciones técnicas apuntan a que la feria puede generar alrededor de 2,400 toneladas de residuos por edición. Con 23 días de actividades, miles de visitantes diarios y una generación promedio de 0.3 a 0.8 kilogramos de basura por persona, el recinto ferial se convierte en un verdadero laboratorio a cielo abierto para la separación y el manejo responsable de desechos.
Ese “ejército invisible” limpia, carga, arma, revisa, vigila, orienta y atiende. Gracias a su trabajo silencioso, Xmatkuil amanece cada día como si nada hubiera pasado la noche anterior: pasillos ordenados, naves listas, áreas de juegos en funcionamiento y ambiente familiar garantizado.
En su edición 2025, la Feria Internacional Xmatkuil no solo reafirma su lugar como el corazón festivo de Yucatán, sino también como un espacio donde la identidad cultural, la convivencia familiar y el esfuerzo cotidiano de cientos de trabajadores se combinan para sostener una fiesta que, en realidad, nunca se detiene. Esta crónica es para ellos, los que no salen en el cartel, pero hacen posible que la magia vuelva a encenderse cada tarde.
