Los Ángeles Azules y el secreto de la mano izquierda

¿Nunca será suficiente una cumbia para bailar después de bailar? La crónica de los querubines de Iztapalapa en X´Matkuil

Por Rafael Gómez Chi

Mérida, Yucatán, 18 de noviembre de 2024.- La cumbia tiene un secreto bien guardado que Chaac intentó develar sin éxito. Instigado por la depresión tropical Sara, el dios maya de la lluvia pretendió obtener ese misterio, pero no pudo. Una, dos canciones de los querubines de Iztapalapa bastaron para calmarlo y, de pronto, aquel sitio se transformó en una gigantesca pista de baile en la que la mano izquierda se reservó para sí los pasos prohibidos.

Y es que en la noche, cuando las parejas se toman de la mano al amparo de la confidencia del ritmo más tropical que ambienta el cincuenta aniversario de X´Matkuil, el Centro de Espectáculos Montejo recuerda al cronista aquellas épocas en las que los yucatecos solían ir al Salón Montejo en la 62 y gastar la suela hasta el cansancio.

Puntuales, cosa por demás extraña en una ciudad donde el tiempo parece en otra dimensión, Los Ángeles Azules toman el escenario y el cronista se pregunta si la cumbia será suficiente para querer más de ti porque el corazón estalla de amor mientras el güiro musical o rascabuche, como lo conocimos por estas lajas, acompaña los metales y los instrumentos de viento que hacen que la cumbia adquiera esa tonalidad machacona que va de la mano con la mano izquierda.

La cumbia yucateca se distingue de la del altiplano por tener un tono un poco más machacón, herencia de la chunchaca que trajeron los veracruzanos cuando vinieron a trabajar en la explotación del chicle a finales del siglo XIX, pero en los últimos años, producto de la cercanía que nos dan las redes sociales, el streaming, los duetos, las colaboraciones, el ven canta conmigo esta cumbia, Los Ángeles Azules adquirieron otra dimensión. Pasaron a formar parte del repertorio que ningún yucateco quiere perderse y menos en X´Matkuil a donde el domingo, no obstante la lluvia, arribaron en masa, en una multitud heterogénea que solo pretendía bailar hasta cansarse, traer a la pareja con el paso del cartoncito, en las vueltas de pegadito, que la falda se levante y que vean todos todo.

Es así que el Centro de Espectáculos Montejo se vuelve el sitio donde cabemos todos y solo porque hay vallas que dividen a los VIP del pueblo es que notas la diferencia porque en el fondo nadie es nada si no baila. Y es ahí donde entra el secreto de la mano izquierda, ese que lleva y trae a la pareja, sea cual sea, por todos lados y en ninguna parte.

Entonces ¿cómo te voy a olvidar si siento el listón de tu pelo en mis sentimientos como el amor de mi vida la otra noche? ¿Es que acaso no somos dos y uno en la pista de baile? ¿Es posible que esos ángeles de Iztapalapa nos hayan llevado al más puro y prístino paraíso solo con 17 años y sintiendo el amor a primera vista? ¿Es así?

Por eso dice la canción que nunca es suficiente y si no hay entrega de amor, por lo menos seamos amigos nada más, pues perdonarte, ¿para qué?. Y permanecer encerrados en el secreto de la mano izquierda cuando los demás sueñen que en X´Matkuil esa multitud que retó a Chaac un domingo tuvo su premio, bailar después de bailar después de bailar después de bailar….