La basura, entre la irresponsabilidad, la desidia y la falta de una cultura de los desechos

Primera parte de un reportaje que nos desnuda como una sociedad que no ha aprendido a seleccionar su basura para desecharla y mucho menos a evitarla. La gente tira desperdicios lejos de su casa porque cree que así no le afectará la contaminación

Por Mayra Vences

Mérida, Yucatán, 20 de marzo de 2024.- Disfrutar de áreas verdes con mi perrhija es parte de la rutina en los obligatorios paseos matutinos. En nuestros rumbos en el nororiente de la ciudad encontramos varias rutas y, por alguna razón, sus favoritas son donde la población opta por convertir estos espacios en tiraderos al aire libre. 

Restos de comida, papel higiénico, botellas de plástico, pañales, envoltorios de snacks, condones, pilas y zapatos rotos, son solo algunos de los deshechos que encontramos entre bolsas destrozadas por animales y que son parte de las mil 366 toneladas que se generan diariamente en Mérida y sus alrededores, de las cuales 20% están en lotes baldíos o áreas naturales, de acuerdo al Sistema Intermunicipal de Gestión de Residuos Sólidos de la Zona Metropolitana De Mérida (SIGER).

Tal vez los desechos pasarían desapercibidos de no ser porque luego de llover o al haber altas temperaturas, los olores son desagradables debido a los gases emitidos por la evaporación de los lixiviados, líquidos que liberan los residuos orgánicos o inorgánicos al combinarse con la humedad, avivando la contaminación atmosférica, del suelo y la más alarmante: la del agua, pues la gran reserva que tenemos del vital líquido es equivalente a su vulnerabilidad por la porosidad y permeabilidad del sistema kárstico de la Península yucateca que promueve la fácil disolución de cualquier sustancia.

Rosa María Leal Bautista, investigadora de la Unidad de Ciencias del Agua del Centro de Investigación Científica de Yucatán, explica que los lixiviados se acumulan principalmente en basureros a cielo abierto y que al infiltrarse de las capas de basura, llegan al subsuelo que resguarda el agua dulce que consumimos.

Los cuerpos de agua como los cenotes son otros de los ecosistemas que parecen ser camposantos de residuos sólidos urbanos previamente manufacturados que, aunque se espera se degraden entre 2 meses y 4 mil años, nunca se reintegrarán por completo a la naturaleza sino que sus micropartículas estarán presentes en el aire, el agua, los animales y por ende, en las cadenas alimenticias que finalmente llegan a nuestro organismo.

“Lo que ocurre en una zona a lo mejor no va a afectar a una población que esté a 20 km, pero sí, a la que está cerca, a la que está a 5 o a la que está a 10, entonces los va a recibir. ¿Qué pasa con las que se denominan aguas arriba o más alejadas? Que puede que tengan presencia en algún momento en mi punto de distribución, entonces si quiero evitar eso, lo que tengo que hacer es también participar, tiene que ser algo en conjunto para entender que los residuos pueden estarme afectando directamente como al resto de mi comunidad”, aseveró Leal Bautista.

Y en Yucatán la comunidad ha puesto manos a la obra. El estatuto del SIGER también apunta que cada día son 92.2 toneladas destinadas al reciclaje las que se manejan en acopios temporales.

Recuerdo que en casa, durante la pandemia, implementamos la elaboración de composta con desechos orgánicos, el uso de shampoos y desodorantes biodegradables con envases rellenables y la separación de empaques de diversos productos que posteriormente dejaba en el Punto Verde del Parque de la Alemán junto a mi mamá y hermano; y aunque en un inicio mi papá puso resistencia por la acumulación, se sumó a nuestro pequeño esfuerzo por darle un respiro al planeta.

Mi familia se unió un poco tarde a este modo de rectificar el papel de la basura en nuestra cotidianidad, pues los Puntos Verdes del Ayuntamiento de Mérida funcionan desde 2017, cuando iniciaron de forma itinerante y que con el tiempo suman 217 de los cuales, 11 son conocidos como Megapuntos Verdes, contenedores marítimos que tienen la capacidad de acopiar hasta 18 tipos de residuos: papel, cartón, Tetra Pak, latas de aluminio, botellas de pet, latas de fierro, bolsas, frascos y botellas de vidrio, envases HDPE, aceite doméstico, electrónicos y pilas, entre otros.

Para Alejandra Bolio Rojas, directora de la Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida, la separación, reciclaje y correcta disposición de los residuos no sólo son prácticas más amigables con el ambiente, sino que se revaloriza lo que antes se consideraba basura y se integra a la economía circular, como es el caso del Tetra Pak cuya segunda vida resulta en lentes o láminas para viviendas o mobiliario escolar.

“Los residuos peligrosos como las pilas, en lugar de terminar en un patio contaminando un cuerpo de agua, son dispuestos de forma final mediante empresas autorizadas. El vidrio, por ejemplo, localmente se separa por colores, se tritura y se manda a las empresas que hacen el reciclaje, esas empresas están en el centro del país; con el cartón también localmente se hace el acopio, se hace el reciclaje.” 

Hasta diciembre pasado, los Puntos Verdes recibieron mil 195 toneladas de residuos en la capital yucateca donde, por elección ciudadana, se abrirán 6 Megapuntos Verdes, los tres próximos se ubicarán en Yucalpetén, Mulsay y Cobay Santa Rosa. Al éxito de este esquema se le atribuye que en Mérida, se generen en promedio 717 gramos de residuos por persona al día, mientras que en los municipios metropolitanos son 760 gramos.

¿Qué hago con mi mueble viejo?

Los residuos sólidos urbanos son recolectados, previo pago, por cuatro empresas: Corbase, Sana, Pamplona y Servilimpia, las cuales recolectan 2 bolsas de hasta 200 litros por vez con papel, cartón, papel higiénico, pañales desechables, residuos orgánicos, plástico, cristales, hierba, pasto y ramas sin espinas de un metro de largo y grosor de 5 pulgadas.

En el caso de cualquier material de construcción, troncos, tierra, pasto con tierra, pinos navideños, acero o metal, mangueras, llantas, lámparas de tubos y focos, colchones, muebles, excremento de animales en medianas cantidades, sarro y baterías de automóviles, su recolecta tiene un costo adicional.