Falleció Álvaro Vivas Arjona, reconocido leprólogo, historiador y filósofo de la medicina

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 8 de enero de 2024.- El destacado y reconocido médico dermatólogo, leprólogo, historiador y filósofo Álvaro Javier Vivas Arjona falleció hoy en horas de la madrugada en esta capital luego de una breve dolencia.

El pasado 3 de diciembre cumplió cien años de vida este médico nacido en el puerto de Progreso, aficionado a la cacería y a la pesca y además empresario transportista concesionario del ADO junto con don Baxir Saidén Isaac, padre del comandante Luis Felipe Saidén Ojeda.

Vivas Arjona obtuvo a lo largo de su fructífera vida reconocimientos tales como “Ciudadano Distinguido” del puerto de Progreso, Yucatán (2008), la “Medalla Yucatán” por su trayectoria profesional (2007) y el Diploma de la Sociedad Internacional de Historia de la Medicina: “por crear una nueva forma de escribir la historia de la medicina”.

Nació el 3 de diciembre de 1923 y se graduó de médico cirujano y partero en la Facultad de Medicina, de la hoy Universidad Autónoma de Yucatán, en 1958; se especializó en dermatología y leprología en el Servicio de Dermatología del Hospital General de México y el Centro Dermatológico Ladislao de la Pascua, dependientes de la Secretaría de Salubridad y Asistencia y la Asociación Mexicana de Acción Contra la Lepra, A.C.

Destacó como dirigente estudiantil en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán, fue médico de higiene escolar (administrar y vigilar el sistema de salud de cinco instituciones); de igual forma, fungió como médico de la consulta externa del Centro Dermatológico de Yucatán y, posteriormente, Director General. Fue Médico del departamento de Patología Tropical en la escuela de medicina de la UADY, así como maestro de dermatología de la escuela de medicina de la misma.

Su trabajo profesional lo desarrolló en el Servicio Dermatológico del Hospital Agustín O´Horán, en el hospital del ISSSTE, en el Centro Médico del Sureste, A.C, y por más de 25 años, ocupó el puesto de director del Centro Dermatológico de Yucatán y de Jefe de la Campaña Nacional Contra la Lepra en Yucatán.

Al frente de dicha institución desarrolló una encomiable labor en la cura y apoyo a los enfermos de lepra junto con la monja Sor Catalina de Montojo: ambos atendían a los enfermos y los rehabilitaban, no sólo de la enfermedad, sino de la reinserción a la vida diaria, ya que se mantenía un estigma erróneo y la sociedad, que por mala información e incultura, los segregaba de la vida social y laboral.

Fue maestro de la Facultad de Medicina durante veinte años y del Hospital Escuela Agustín O´Horán, e impartió un gran número de conferencias sobre la lepra y su tratamiento para acabar con los prejuicios sociales de este padecimiento; se le considera un impulsor de la dermatología en Yucatán, desarrolló investigaciones sobre la leishmaniasis, psoriasis, lepra, el mal de chagas, micosis y la investigación de nuevos fármacos para el tratamiento de diversas enfermedades de la piel.

Participó en congresos nacionales e internacionales y publicó varios ensayos en la Revista Mexicana de Dermatología, Revista Médica del Hospital Escuela Agustín O´Horán y en la Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán, así como el libro Contribución al Estudio de la Dermatología en Yucatán, editado por la Universidad Autónoma de Yucatán en 1992.

Realizó su posgrado en el Hospital General de la Ciudad de México y en el Centro Dermatológico Ladislao de la Pascua; fue co-fundador del Departamento de Patología Tropical en la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán, participó en talleres de Evaluación de Aprendizaje y en un programa de Capacitación Docente y Actualización en Didáctica General, así como fue profesor de la Cátedra de Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Vivas Arjona dedicó diez años a la investigación sobre el efecto de nuevos fármacos en Miami, Florida. Y realizó diversas campañas para la erradicación de la larva migra y de una epidemia de impétigo contagioso en Progreso, Yucatán.