Una escultura del juego de pelota de Chichén Itzá sorprende a investigadores por tener glifos completos

Es encontrada durante los trabajos de excavación como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas y data del Clásico Terminal o Posclásico Temprano, unos 900 años d.C.

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 11 de abril de 2023.- Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrieron en Chichén Itzá un marcador circular con la iconografía de dos jugadores de pelota rodeados de un texto jeroglífico completo.

La relevancia del hallazgo radica en que se trata de un elemento escultórico que conserva su texto glífico completo con 32,05 cm de diámetro 9.05 de grosor y 40 kg de peso, informó el director del Centro INAH Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas junto con los arqueólogos Francisco Pérez Ruiz, José Osorio León y Santiago Sobrino Hernández.

La pieza denominada marcador del Juego de Pelota de la Casa Colorada fue encontrada por la arqueóloga Lizbeth Mendicuti Pérez en el conjunto arquitectónico Casa Colorada de la estructura 3C27, que se anexa al basamento del templo 6 de Maudslay, la cual corresponde a un arco de acceso hacia esa área.

La pieza fue encontrada durante los trabajos de excavación arqueológica como parte del programa de mejoramiento de zonas arqueológicas a cargo de la Secretaría de Cultura Federal, dijo Pérez Ruiz, quien junto con Osorio León coordina el programa de mejoramiento de la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Dijo que es raro encontrar escritura jeroglífica y menos un texto completo en Chichén Itzá y de ahí la relevancia del hallazgo de este monumento que conmemoró algún evento importante relacionado con el Juego de Pelota de Casa Colorada, una cancha mucho más pequeña que la del Gran Juego de Pelota al sur de la Gran explanada central.

El monumento debe corresponder al Clásico Terminal o Posclásico Temprano, entre finales del 800 y principios del 900 d.C., explicó el investigador. 

La arqueóloga Mendicute Pérez informó que el monumento se halló en posición invertida a 58 centímetros de la superficie, lo que sugiere que formó parte del muro este del arco. Se trata de un disco compuesto por roca caliza de origen sedimentario.

La banda glífica presente en la cara frontal del disco mide aproximadamente seis centímetros de ancho, la cual rodea un registro interior iconográfico de 20 centímetros de diámetro. El estudio iconográfico y epigráfico identifica dos personajes ataviados como jugadores de pelota, de pie, frente a una pelota.

El personaje a la izquierda porta un tocado de plumas y una banda que presenta un elemento en forma de flor, probablemente un lirio acuático. A la altura del rostro se distingue una voluta, que puede interpretarse como aliento o voz.

El contrincante porta un tocado reconocido como “turbante de serpiente”, cuya representación se observa en múltiples ocasiones en Chichén Itzá. El individuo usa protectores de juego de pelota.

La banda epigráfica se compone de 18 cartuchos con una posible fecha de cuenta corta, la cual apunta tentativamente para finales del 800 d. C.

Un equipo de especialistas se encarga de la limpieza y estabilización de la pieza hasta su registro a detalle en fotogrametrías e identificación del texto. Ellos son la geógrafa Arlett Santamaría, arqueólogo Santiago Sobrino, restauradora Claudia Chong, biólogo Alberto Rodríguez y con el apoyo del doctor David Stuart.