El alcalde Renán Barrera aborda el tema del pago del predial en su discurso por el aniversario de la ciudad y pregunta qué hacemos las y los meridanos por ella
Por Rafael Gómez Chi
Mérida, Yucatán, 6 de enero de 2022.- En la Sesión Solemne de Cabildo con motivo del 480 aniversario de la fundación de Mérida, el alcalde Renán Barrera Concha destacó que la capital yucateca “es una opción para muchos, tanto yucatecos, como mexicanos y de otros países, para resguardarse del frio, encontrar la sombra o el cenote para calmar la sed y saciar el hambre”.
—Muchos nacimos acá, venimos de vuelta, o de súbito nos encontramos con un paisaje amable y amoroso. Muchos queremos desarrollar nuestro talento aquí y también queremos engrandecer la ciudad —subrayó y dio las gracias “a toda la comunidad meridana que ha sufrido y que se ha levantado. Gracias por estar, seguir aquí”.
El discurso del Presidente Municipal tuvo alusiones a los momentos vividos en la pandemia y, de súbito, abordó el asunto del pago del predial, tema por el cual sus opositores políticos y no pocos ciudadanos lo han golpeado en redes sociales tras el ajuste en dicho gravamen.
—Esta ciudad amanece los primeros días del año con muchos de ustedes, muchas familias haciendo cola para pagar su predial. Este es uno de los paisajes más originales y orgullosamente yucateco —anotó.
—Es necesario subrayar su compromiso y conciencia ciudadana que debe ser ejemplo para todos. Quisiera darles las gracias uno por uno, a todas y todos, a cada quien. Lo que ustedes hacen es simplemente conmovedor. Acudir a pagar un impuesto, el más simple quizás y el más directo porque es del ciudadano para la ciudad, es un verdadero acto de solidaridad y amor —subrayó.
Barrera Concha señaló que “el pago del predial es exactamente el gasto común para la casa común. Cada una de las casas, es decir cada una de las familias meridanas, representa un sueño privado, un mundo de esperanza. Se vive y se trabaja, se sueña por la casa, la familia”.
—Pero saliendo de nuestra casa, hay una calle, un parque, un alumbrado público, una avenida, un sistema vial y de tránsito, una organización comunitaria del barrio, un centro cultural, de salud, un programa que consolida la convivencia —expuso.
—Entonces salimos de la casa privada para entrar a la casa común. Todos los días usamos la ciudad. Todos los días usamos esta infraestructura. Todos los años, los meses, los días. Incluso durante muchas horas laboramos para hacer posible esa casa común. ¿Y qué hacemos por ella? ¿Cómo la cuidamos? ¿Cómo la respetamos y ampliamos? —se preguntó.
Apunto que como la historia local enseña, la clave para salir adelante está en la unidad, en la solidaridad, en el respeto al medio ambiente y a los demás. Como los tiempos difíciles nos señalan, tenemos que cuidar nuestro espacio privado pero también el espacio público y el de todos.
—Lo que uno hace. Lo que uno contribuye debe ser según sus capacidades y lo que tiene o ha vivido. Lo que uno hace no es sólo por mi calle, mi poste o mi parque. Lo que uno hace es también por espacios y personas que no conocemos y que son distantes —dijo.
Expuso que se hacen cosas “por aquellos menos dichosos, por aquellos solitarios, por los menos favorecidos por la vida, por los que más aliento necesitan, por los barrios que no frecuento y los parques donde no mecí a mis hijos, sino otras y otros lo hicieron con sus hijos. Por el bienestar de todos, es importante el bien de uno”.
Afirmó que los 480 años de la historia de Mérida, la muy noble y muy leal ciudad que proviene del cacicazgo maya de Ichcansijó, deben ayudarnos a comprender. Tenemos que hacer más por la comunidad. Debemos luchar más para cambiar nuestros comportamientos, cuidar la salud y fomentar la economía.
En ese sentido, dijo que hay que hacer más por disminuir las desigualdades sociales y fortalecer la sana convivencia y por eso “Mérida necesita de ti. Como todos nosotros necesitamos de ella. Hagamos a un lado el egoísmo, el territorio único de los intereses privados y ayudemos todos a mantener esta ciudad bella, solidaria, pacífica, entrañable y unida. No es distinta la tarea. No es otro el camino”.
Dio las gracias por aquellos que nos guían y alientan. A quienes son ejemplo. A quienes día con día valoran el hecho aparentemente gratuito de salir a las calles y caminar entre la fronda de nuestros árboles.
En la sesión solemne, a la que acudió la secretaria General de Gobierno, María Fritz Sierra, en representación del Gobernador Mauricio Vila Dosal, y el diputado Víctor Hugo Lozano Poveda, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, el orador huésped fue el músico Javier Álvarez Fuentes.
El invitado hizo un relato de su historia personal con la ciudad y enseguida reflexionó que decidió establecerse en la capital yucateca por la posibilidad que le ofreció de involucrarse en la educación del arte y, por ende, incidir en el horizonte cultural de esta ciudad.
—Como artista, siempre tuve presente la importancia del triángulo que conecta a la educación la cultura y las artes. En esta singular estructura tripartita destaca, desde luego, la educación, pues se trata de un proceso social en sí mismo que, por una parte, genera cultura, y que por la otra abraza al arte en tanto que generador de conocimiento.
—El hecho de que esta fuera una ciudad donde existía una disposición positiva hacia el arte era un gran aliciente y no solo significó para mi la oportunidad de participar en la creación de una universidad dedicada a las artes – la ESAY – sino, en lo personal, gracias a la casa que fuera de mis padres, me permitió establecer un espacio conveniente y propicio donde llevar a cabo mi propio quehacer artístico y finalmente, regresar a mi país después de vivir 25 años en el extranjero —indicó.
Dijo que a lo largo de casi dos décadas viviendo en Mérida, “me he convencido cada vez mas que la inversión en las artes y la cultura, son acciones que siempre reditúan de forma positiva porque al incidir directamente en su formación profesional, social y política terminan por acrecentar la calidad humana de los ciudadanos”.