El mito epónimo del pan cubano de Tizimín

A 61 años de que Romualdo Mena creó este panqué gigante, los tizimileños siguen presumiendo de su origen

Por Rafael Gómez Chi

Tizimín, Yucatán, a 7 de mayo de 2021.- Un viejo mito ya desmentido desde hace tiempo de que se podían ver “las luces de Cuba desde El Cuyo” le dio el nombre al pan cubano de Tizimín.

Creado por Romualdo Mena Loría allá por 1960, su nieto Sergio Fiscal Mena, encargado de la famosa panadería “La Mejor”, cuenta al cronista las dos versiones que dieron nombre al distinguido pan cubano.

—Cuando lo empezó a hacer mi abuelo, él me contó que un día estaba bajo el muelle de El Cuyo, con un amigo pensando qué nombre le iban a poner al pan que se estaba haciendo, como de noche se veían las luces de Cuba se le ocurrió a mi abuelo ponerle pan cubano.

La otra versión es que como el pan es oscuro por fuera un blanco por dentro, “que como la mujer cubana es blanca y el hombre es de color, usó ese término”.

—Es un pan que mi abuelo inventó y se está haciendo desde 1960, más o menos, y se fue acomodando, empezamos con siete panes y ahora se hace una cantidad considerable.

La tarde del jueves 6 de mayo el cronista y otras periodistas del “pull” de prensa que acompaña al Gobernador Mauricio Vila Dosal detuvieron la camioneta en la esquina de la panadería “La Mejor”.

Sergio Fiscal narró que su abuelo Romualdo Mena Loría la inició. “La panadería se inauguró en 1959 en el centro, pero diez años antes se llamó La Estrella”.

Sergio Fiscal enseña el famoso panqué

La receta del pan cubano es secreta, la conocen dos o tres personas. “Hay el dicho de que si vienes a Tizimín y no compras el pan cubano no has venido”, relató Sergio.

A 61 años de su creación, el pan es conocido a nivel nacional. “Hay gente que viene de Tabasco, de Veracruz, de la Ciudad de México” a llevárselo y cuando las y los periodistas preguntaron donde se vendía, no solo le dieron la dirección de la panadería, sino que hasta les consiguieron una entrevista con el propietario.

—En una ocasión me tocó atender a una persona que vino con una maleta y la puso sobre un mostrador y me acerqué a preguntarle. Abrió la maleta y estaba vacía, la quería llenar de pan cubano porque se estaba yendo a Alemania, entonces pues es un pan que ya cruzó fronteras.

Y así como la receta es secreta, el origen del, digamos, postre, el origen es un poco incierto, sobre todo porque su creador ya falleció. Sergio solo sabe que su abuelo viajó un día a los Estados Unidos y “probó un pan que le gustó y lo intentó replicar, entonces en ese proceso es que le salió este”.

Y acerca del origen del nombre, ya se sabe que los yucatecos que habitan en el oriente de la Entidad y en específico los de El Cuyo, jamás vieron las luces de Cuba desde el muelle. No hay ninguna ciudad cubana porteña con la suficiente iluminación en ese lado de la isla, donde se ubica la provincia de Pinar del Río y por la posición geográfica y distancia es imposible ver la isla.

Lo que los yucatecos veían eran las luces del puerto de Holbox, en Quintana Roo. Pero la historia y los vínculos de cariño con la isla de Cuba y los yucatecos, motivaron uno de los más hermosos mitos de nuestra historia.