¿Podrá JCRM arrebatarle la alcaldía al PAN? Un análisis de resultados electorales en Mérida

Jorge Carlos y Renán ya han estado en las boletas el mismo día, pero no en la misma elección, en el atípico 2018

Por Rafael Gómez Chi

Mérida, Yucatán; a 27 de abril de 2021.- La última vez que Renán Barrera Concha y Jorge Carlos Ramírez Marín estuvieron en una boleta el mismo día, aunque no en la misma elección, hubo 66 mil 287 meridanos que, teniendo presentes las mismas papeletas frente a ellos, cruzaron el nombre del panista, pero no el del priísta.
En efecto, el primero era candidato a Presidente Municipal de Mérida y el segundo a Senador de la República. Y no, no se trata de puestos iguales, pero una elección siempre es un acto político. Y ambos lo son. Sin embargo, al analizar los resultados finales del proceso electoral del 2018, la diferencia de meridanos y meridanas que eligió al panista pero no al priísta es de 66 mil 287 personas, principalmente localizadas en lo que hoy abarca el IV Distrito Electoral Federal, demarcación en la que, por cierto, Jorge Carlos tuvo más simpatías que en la tercera.

Renán Barrera, candidato del PAN

Desde el año 2012, los yucatecos acuden a las urnas a una elección concurrente entre los comicios federales y estatales. En el 2018 se eligió al Presidente de la República, Senadores, Diputados Federales, Gobernador, Diputados Federales y Regidores, de modo que los ciudadanos tuvieron enfrente seis boletas y los resultados en Yucatán fueron diferenciados.
Ahora los ciudadanos tendrán enfrente solamente tres boletas. Y en el caso de Mérida tanto Renán como Jorge Carlos ya han comparecido ante el electorado y aunque con resultados disímiles, los dos lograron sus objetivos: ganar en las urnas.
Pero centrémonos en Mérida. Jorge Carlos logró que 144 mil 743 personas voten a su favor en la capital yucateca en la elección para Senador y en todo el Estado obtuvo las simpatías de 428 mil 56 yucatecos (como dato curioso, Mauricio Vila Dosal ganó la gubernatura con 430 mil 323, es decir, apenas dos mil 267 votos de diferencia con respecto de la elección del senado).
Por su parte, Renán Barrera, como candidato de Acción Nacional resultó electo por los meridanos con 211 mil 30 votos, la mejor cifra de la historia del blanquiazul, la cual superó incluso la de 2012, con el mismo abanderado, que fue de 201 mil 84 sufragios.
Pero el año 2018 fue atípico debido a que la incursión del Movimiento de Regeneración Nacional dio como resultado que cerca de 63 mil votos no cuadren en la suma final a favor de los panistas Renán Barrera Concha y Mauricio Vila Dosal, a la postre electo Gobernador y con un menor porcentaje de votos a favor respecto del anterior candidato panista para titular del Ejecutivo, Joaquín Díaz Mena.

Jorge Carlos, candidato del PRI-PRD

En el 2018, el PAN sostiene las preferencias electorales e incluso suma 10 mil votos más a su favor. Sin embargo, en esa elección hay un dato que todo mundo ha subestimado: De Nerio Torres Arcila en el 2015 a Víctor Caballero Durán en el 2018 el PRI solo perdió 6 mil 157 votos.
En el 2015 Nerio Torres pierde la alcaldía contra Mauricio Vila por una diferencia de 11 mil 808, pero en el tercer distrito electoral federal el priísta Pablo Gamboa Miner le gana a César Bojórquez Zapata por casi 20 mil votos y Francisco Torres Rivas le gana a Víctor Hugo Lozano Poveda en el cuarto distrito por tres mil votos.
La pregunta es cómo es posible que en el 2015 el PRI pierda la Presidencia Municipal de Mérida y por el contrario ganen sus candidatos a diputados federales en la capital del país. La respuesta no se encontró en el voto diferenciado de los electores, sino en la operación política de la estructura necesaria para triunfar en los comicios.
Hay que hacer memoria. En ese año el encargado de armar la estructura electoral del PRI fue el ex secretario técnico del Consejo Político Estatal del tricolor, Leandro Espinosa Romero, quien incluso dejó sin representante del partido la casilla donde sufragó el entonces Gobernador Rolando Zapata Bello.
El escándalo suscitado en el PRI no salió a la luz pública porque supieron ocultarlo. Resultó que ese domingo la casilla de votación de Zapata Bello, localizada al lado de la casa de la mamá del Gobernador, la profesora Ofelia Bello Paredes, no tenía a nadie del partido como representante.
Y, finalmente, en el 2018 el Movimiento de Regeneración Nacional le pisó los talones al PRI al sumar 113 mil 337 votos debido en gran parte al efecto López Obrador y no al hecho de que hayan podido construir una plataforma política convincente para los meridanos.
Ese año el PRI, con Víctor Caballero Durán como su candidato, alcanzó 132 mil 950 sufragios, la cifra más baja desde los comicios del año 2007.
Al final, la pregunta que cabe es si Jorge Carlos necesita convencer a 66 mil 287 personas o, como en los últimos 14 años, nada más precisa de 20 mil sufragios para arrebatarle al PAN la capital yucateca. Queda un mes de campañas y la moneda todavía se encuentra en el aire.