Recordando a Pedro Infante a 64 años de su muerte

Reconstruimos parte de aquel fatídico día, que fue el lunes 15 de abril de 1957

Por Rafael Gómez Chi

Mérida, Yucatán, a 15 de abril de 2021.- Una mañana como hoy, pero de hace 64 años, en el cruce de las calles 54 con 87, donde a la fecha funciona la tienda “La Socorrito”, Pedro Infante Cruz, el “Idolo de México”, halló dantesca muerte al estrellarse la aeronave XB-24-D, de la Consolidated Aircraft, avión propiedad de Transportes Aéreos Mexicanos SA de CV (Tamsa), que iba piloteando el actor e intérprete.

Pedro Infante Cruz falleció en los terrenos propiedad de Rubén Canto Sosa (+) junto con el capitán Víctor M. Vidal y el mecánico Marciano Bautista, así como Ruth Rosell Chan y el niño Baltasar Martín Cruz, al caer el avión aquella mañana, entre las 07:30 y las 08:00 horas.

Canto Sosa tenía 32 años cuando se estrelló el avión en sus propiedades. En ese momento se encontraba atendiendo una cantina que tenía en Cacalchén, con su mujer, María Remigia García Suaste, mientras que su madre y su hermana, que falleció a finales del 2006, se hallaban en la casa.

De aquel hecho trágico, Luis Canto García, hijo de Rubén y María Remigia, guarda un pedazo del avión que le dio la familia Park que vive a unas cuadras de “La Socorrito”. Su padre mantuvo en su poder, hasta su muerte en el 2007, un pedazo de una de las hélices del avión, la cual exhibía cada vez que los medios iban a entrevistarle como testigo del avionazo.

El rumbo en la actualidad se encuentra lleno de casas habitación. En una cornisa de la calle 87 se ubica un busto del Idolo de México que señala el sitio exacto de la caída. Ahí llegaban, cada año, numerosos admiradores de Pepe El Toro para recordar su trágico fallecimiento, pero ahora por la pandemia de Covid-19 es que se han suspendido toda clase de conmemoraciones.

En Mérida, la muerte de Pedro Infante fue anunciada por el locutor Humberto Rodríguez, de la estación XEMH de esta ciudad, después que uno de los militares que custodiaban la zona de desastre descubriera la pulsera grabada con el nombre de “Pedro Infante”, más el adorno de dos alas que simbolizaban la licencia del actor como Capitán Piloto Aviador.

Además, hallaron el cráneo con la placa de metal que tenía Pedro Infante a raíz de una operación que le hicieron al actor años antes de su muerte.

Rodríguez dio la noticia de la muerte a las 08:15 horas y más tarde, Manuel Bernal, de la XEW, de México, a las 11:12 dio la siguiente noticia: “Este lunes 15 de abril de 1957, Pedro, nuestro amado Pedro… se ha confirmado, ha muerto. En un trágico accidente en Mérida, Yucatán”.

En alguna ocasión, María Remigia García Suaste contó al cronista que su suegra se encontraba en el patio “sacando agua del pozo cuando oyó el ruido de un avión venir muy bajito y que cuando lo vio ya directo al suelo apenas alcanzó a correr a guardarse en su casa. El que se murió allá fue el niño Baltazar Martín, quien estaba en una carpintería de al lado. Se quemó todito rociado de la gasolina pero no se murió al instante, sino a las siete de la noche en la Cruz Roja”.

La muchacha del patio de junto, que se encontraba en su batea lavando ropa también se murió calcinada y que fue de tal alcance el fuego que durante varias horas estuvieron buscando su cuerpo, hasta que lo hallaron todo achicharrado, “como si fuera un maniquí pequeñito”.

—Entre los fierros retorcidos había un penetrante olor a pescado, a carne humana, ya se habían quemado, apenas estaba echando un poquito de humo la cola del avión… cuando cayó el avión hubo una explosión que levantó lumbre como un kilómetro.

En el momento del siniestro no se sabía quiénes eran los que viajaban en el avión. Como se reventaron todos los cables de la corriente, no había comunicación. Tuvieron que conectar un acumulador para escuchar la radio, donde ya hablaban de la tragedia. Pero no hablaron pronto de Pedro Infante. No fue sino hasta la media hora cuando sacaron los cuerpos totalmente carbonizados, quemados, irreconocibles.

A Pedro Infante lo reconocieron por la esclava y el anillo y de inmediato telefonearon a Tamsa para preguntar a qué hora había sacado vuelo el actor. Dijeron que sí, que poco antes de las siete. El actor piloteaba una aeronave llena de telas, pescado, bicicletas, pero todo quedó achicharrado.

Después de su muerte, Pedro Infante se convirtió en un personaje indispensable de la cultura popular. Sus películas, con su estilo alegre y carismático, cautivaron aún más al público e incluso la prensa mexicana reportó suicidios de mujeres que decidieron sacrificarse por el actor.

Y es que Pedro Infante no sólo fue un charro alegre y dicharachero. También supo ser el héroe urbano de la clase trabajadora.

Durante muchos años hubo vivales que especularon que Infante Cruz no murió en Mérida y que su muerte sólo fue un montaje. De hecho hubo personas que se atrevieron a presentarse como Pedro Infante por todas partes.

La filmografía completa de Pedro Infante Cruz es la siguiente:

El organillero (1939), En un burro tres baturros (1939), Puedes irte de mí (1940), Jesusita en Chihuahua (1942), La razón de la culpa (1942), La feria de las flores (1942), Arriba las mujeres (1943), El Ametralladora (1943), Cuando habla el corazón (1943), ¡Viva mi desgracia! (1943), Mexicanos al grito de guerra (1943), Escándalo de estrellas (1944), Cuando lloran los valientes (1945), Si me han de matar mañana (1946), Vuelven los García (1946), Los tres García (1946), Soy charro de Rancho Grande (1947), Nosotros los pobres (1947), La barca de oro (1947), Cartas marcadas (1947), Ustedes los ricos (1948), Dicen que soy mujeriego (1948), Los tres huastecos (1948), Angelitos negros (1948), No desearás la mujer de tu hijo (1949), La oveja negra (1949), La mujer que yo perdí (1949), El seminarista (1949), Sobre las olas (1950), El gavilán pollero (1950), Las mujeres de mi general (1950), También de dolor se canta (1950), Islas Marías (1950), A.T.M. A toda máquina! (1951), ¡¿Qué te ha dado esa mujer?! (1951), Ahí viene Martín Corona (1951), Necesito dinero (1951), El enamorado (1951), Ahora soy rico (1952), Dos tipos de cuidado (1952), Por ellas aunque mal paguen (1952), Un rincón cerca del cielo (1952), Ansiedad (1952), Dos tipos de cuidado (1952), Sí, mi vida (1952), Había una vez un marido (1952), Pepe El Toro (1952), Los hijos de María Morales (1952), Gitana tenías que ser (1953), Reportaje (1953), Cuidado con el amor (1954), Los Gavilanes (1954), Pueblo, canto y esperanza (1954), La vida no vale nada (1954), Escuela de vagabundos (1954), El mil amores (1954), Escuela de música (1955), El charro inmortal (1955), La tercera palabra (1955), El inocente (1956), Pablo y Carolina (1956), Tizoc (1957) y Escuela de rateros (1957).