Nunca un manejo político de la pandemia: Vila

Por Rafael Gómez Chi

Pedro Oxté Conrado miraba con el rabillo del ojo a Mauricio Vila Dosal y exponía: “Está tremendo esto”. El Gobernador asentía. Renán Barrera Concha mantenía la mirada al frente, hacia donde estaba la prensa.

El dirigente obrero abrazaba el atril. “Si no seguimos de manera responsable y correcta los protocolos de seguridad que establezcan el gobierno y las empresas no vamos a poder detener la propagación del virus”.

El Salón 2 del Centro Internacional de Congresos lucía discreto. Adecuado para un evento oficial, por fuera, desde la Avenida Colón, cualquiera que pasara por ahí no se hubiera imaginado que, en ese momento, las nueve de la mañana, se firmaba el Acuerdo para la Reactivación Económica de Yucatán.

“Sumemos voluntades y pongamos lo mejor de cada uno de nosotros para superar la pandemia y recuperar nuestra economía y las fuentes de empleo”, demandaba Oxté Conrado.

Al frente las mesas de las firmas, escalonadas. Sentados a uno metro y medio cada uno de los dirigentes, podías verlos a todos. Luego las sillas para funcionarios públicos y la prensa, también, separadas por la universal medida del metro y medio.

En el fondo una tarima para fotógrafos y camarógrafos, cada uno separado del otro sin medidas.

En la pared especial para dividir el salón, el maestro de ceremonias, ujieres, asistentes y guardias, repantigados en sus asientos. En el otro lado, tres meseros sirviendo café, bolitas de queso y hojaldritas de jamón y queso, agua y Coca Cola.

Vila Dosal entraría a las nueva y diez de la mañana, en silencio, acompañado por Michel Salum Francis, y sus asistentes. “Señoras y señores, está con nosotros el Gobernador del Estado….”. Aplausos.

El secretario técnico de Planeación Rafael Hernández Kotasek, leería el acuerdo. Luego hablaría Oxté Conrado y Salum Francis, por los empresarios. Palabras más, palabras menos, el descendiente libanés diría:

“Esta pandemia nos puso en serios problemas, en situaciones de puntos de vistas encontrados que, gracias al dialogo entre autoridades y sectores productivos ocasionando que contrastaran las visiones sobre las soluciones o alternativas que se demandaban para atender los problemas ocasionados por la pandemia del coronavirus en nuestra ciudad y estado”.

Y añadiría: “Hoy, después de un largo camino de buscar acuerdos que nos lleven a superar esta parálisis económica, iniciativa privada y gobiernos alcanzamos un pacto, resultado de mesas de trabajo entre gobierno e iniciativa privada”.

Después vendría la firma. Los responsables de prensa del Ejecutivo pasarían aprietos para controlar a los fotógrafos. El cronista al fondo, en la última fila, como siempre, sin problemas, con su camarita en el celular.

A Salum Francis se le aflojó el cubre boca al momento de la foto. Pero rápido lo arregló y tomo su asiento para escuchar a Vila Dosal. “Como les he dicho desde el principio, esta pandemia es nueva y desconocida; por ello, siempre les he reiterado que el Gobierno del Estado asume las acciones que le corresponden, pero aminorar sus efectos, es responsabilidad de todos”, empezaría a decir el mandatario.

Y de pronto, luego de las múltiples reflexiones que había venido haciendo, Vila Dosal encararía a todos: “Y quiero dejar algo muy claro, en Yucatán nunca haremos un manejo político de la pandemia”.

Los flashazos en su rostro daban fe de la inútil posteridad de una fotografía en los tiempos actuales.

Concluiría el discurso del Gobernador y la despedida. Y mientras se habría de dirigir a otra de sus reuniones, tendría tiempo de saludar y platicar con el cronista, un hombre que sólo cuenta historias mientras las redes sociales arden, arden sin cesar y sin hastío.