“Extraño el timbre de la escuela”

Por Rafael Gómez Chi 

Es lunes, faltan dos minutos para las siete de la mañana y la reja de la primaria Baja California aún tiene candado. 

Uno que otro vehículo circula sobre la calle 20 de la colonia Miraflores, de modo que el ajetreo del inicio del curso escolar está ausente. 

“Después de cinco meses de no acudir a la escuela me causa gran tristeza verla vacía”, dijo la profesora Gaby Catzín, de tercer año, a sus alumnos y alumnas vía WhatsApp luego de ver el vídeo que El Cronista Yucatán publicó muy temprano. 

De inmediato, sus estudiantes se reportaron con ella. “¡Buenos días, maestra!”, se escuchó en WhatsApp una y otra vez. 

Un padre de familia vecino de la escuela cruza la calle, presuroso, porque se dirige a su trabajo. “Buenos días”, saluda al cronista que graba un video. 

La acera frente a la escuela está vacía. En un lunes cualquiera habrían ambulantes comerciando sandwiches, papelería y golosinas. Pero la pandemia también los borró del escenario urbano. 

Y en la esquina de la calle 23 la papelería está cerrada. No tiene caso abrir temprano. No hay clases presenciales. 

Los niños y las niñas que estudian con la maestra Gaby tomarán sus clases en la televisión a partir de la una y media de la tarde. Varios de ellos se sienten muy nerviosos, no saben cómo será el aprendizaje o si será al ciento por ciento. 

La pregunta que rebota en la cabeza del cronista y de muchos otros padres y madres de familia es cómo demonios se les ocurre poner el horario de clases a partir de la una y media de la tarde, cuando es tiempo del almuerzo. Planificar desde la Ciudad de México el ciclo escolar 2020-2021 ha sido un grave error. 

Pero además de eso, numerosos niños y niñas aún no reciben sus libros de texto en Mérida. De acuerdo con la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) a Yucatán le corresponden dos millones 432 mil 860 ejemplares. 

Y según averiguó el cronista en fuentes de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado, se han estado repartiendo en todos los municipios previa coordinación con supervisores y representantes de zonas escolares. 

Han avisado que las entregas serán programadas, escalonadas y con todas las medidas de higiene. 

Lo mismo que los paquetes de útiles escolares, uniformes, mochilas y zapatos del esquema “Impulso Escolar”. Y es que el año pasado hubo escuelas en los que esos paquetes llegaron a mediados de septiembre. Ahora confían en que sea pronto, aunque, por la pandemia, quién sabe. 

Las autoridades informaron que inician el curso a distancia 429 mil 990 estudiantes de preescolar, primaria y secundaria. Sumen más de 22 mil docentes de tres mil 352 escuelas, que, como la maestra Gaby, estarán pendientes de la programación emitida por televisión abierta, de paga y la señal local. 

Además, por si las dudas, las autoridades locales habilitaron la plataforma digital Kaambal, en www.kaambal.mx, para docentes y estudiantes, de todos los grados y niveles de Educación Básica. 

Así, el inicio de las clases fue muy extraño, a la distancia, con más dudas que certezas y en espera de ver cómo irán avanzando los niños y las niñas. 

“Papi, voy a extrañar el recreo y cuando sonaba el timbre de salida”, dijo un niño a su papá un poco antes de sentarse a mirar la televisión