Por Rafael Gómez Chi
La Asociación de Hoteles de Yucatán (AHY) estima que la Semana Santa habrá algo de turismo, pero no será suficiente para levantar al sector que ha iniciado el año con una ocupación del 21.69 por ciento.
El nuevo presidente de la AHY, Juan José Marín Pacheco, aseguró que “estamos en una situación turística hotelera es difícil, cruzando en medio de una difícil pandemia, muchos han cerrado sus puertas, porque el costo de operación es alto, la ocupación aérea y la de autobuses no ha sido, lo que se esperaba.
—Tenemos una gran reto, pero vamos a trabajar todos unidos, no podemos jalar cada quien por su lado, sino que debemos ir en una sola línea y buscar el beneficio del sector, captar el sentir a la gente y enfocarnos en la zona sureste, Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Campeche Quintana Roo.
El empresario hotelero dijo que en enero la ocupación en Mérida fue del 22 por ciento; Valladolid con 22.09, Chichén Itzá con 15.23, las playas el 18.48, y sólo Izamal registró 33.37 por ciento. El global fue del 21.69 por ciento de ocupación, tomado de una muestra de 72 hoteles, de los cuales 49 fueron de Mérida, el resto de otros municipios y un total de tres mil 650 habitaciones.
—Pero vamos a trabajar, no es momento de buscar diferencias, sino acuerdos. Asumo la presidencia de la asociación en un momento difícil, complicado. Es un reto salir de esto, porque en los años que llevo en el sector, prácticamente desde los 16 años y ahora tengo 56, nunca habíamos vivido una situación así.
Sin embargo, dijo que ahora las tecnologías contribuyen a hacer las cosas mucho más fáciles. “Queremos caminar lo más rápido con ellas para bloquear barreras, la gente no quiere subir al avión, busca cosas pequeñas, individuales, hay que ver cómo los atraemos”.
Manifestó que para los empresarios han subido los costos de operación pero no la tarifa. “No la podemos bajar, pero sí podemos darle adicionales al turismo, hacer uso del trueque, porque a muchos utilidades de 20 años se les fueron en uno”.
Expresó que es necesaria la capacitación, porque es una manera diferente de trabajar, se tiene que usar la mascarilla, el protector, guantes en manejo de alimentos, limpieza de habitaciones, “la gente quiere que tengamos una burbuja segura”.
—Tenemos que hacer conciencia, seguir usando el cubre bocas, atendiendo a todos, la industria no solo da de comer a los empleados, sino dependemos de insumos, de otros sectores. Y como hace 30 años hay que promocionar que la gente venga en su vehículo pero que se sienta segura.
Señaló que Inglaterra abre sus puertas próximo mes, porque lleva un buen número de vacunas internas, que le permiten llevar burbujas internas de control del Covid-19, pero en México no.
Por eso el pasado 17 de febrero planteé que podamos pedir que vacunen a los trabajadores, la industria turística, el sector, porque como es una situación mundial, los viajeros van buscando su seguridad.
Martín Pacheco se entrevistó ya con la secretaria de Fomento Turístico, Michelle Fridman Hirsch, a la que le manifestó su deseo de trabajar en conjunto, hacer la promoción en medio electrónicos para que avance la reactivación económica, porque si la Semana Santa se ve difícil, es posible que el verano sea lo mejor.
—En la Semana Santa habrá gente, pero es nacional y enfocado a playas, en marzo tendremos gente, pero con sana distancia, la gente renta casas en playas, el sector ahí va, pero hay que empezarlo a trabajar.
Consideró que los empresarios hoteleros podrían entrar al programa de la Secretaría de Turismo Federal denominado Jóvenes construyendo el futuro, porque pueden tener un máximo 20 personas con una beca por un año de 4,500 pesos al mes y seguro social.
—Esta semana a través de la Sefotur haremos una conexión por Zoom para que les hablen del programa a los interesados, para conocerlo y los que quieran aplicar se ayuden en el pago de su nóminas.
Y otro punto es que buscarán el diálogo con la Comisión Federal de Electricidad a fin de que los que tienen alta tensión, que son la mayoría, paguen lo que consumen, por lo menos durante un año, ya que en la actualidad son contratos fijos de 50 mil, 60 mil o 70 mil pesos, los cuales, dada la baja ocupación, no pueden pagar.