Por Rafael Gómez Chi
“Quiero hacer un llamado a la población. Necesitamos que todos juntos hagamos el esfuerzo final para proteger nuestra vida y la de nuestros seres queridos respetando los protocolos de salud. Sé que todos tenemos deseos de salir a la calle, de vivir como antes, de recuperar nuestra convivencia sana, de disfrutar nuestra hermosa ciudad habitualmente llena de arte y cultura. Pero aún no es tiempo”, advirtió el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, en su mensaje por el 479 Aniversario de Fundación de la Muy Noble y Muy Leal capital yucateca.
Al dirigir un mensaje en la Sesión Solemne de Cabildo vía virtual, el concejal explicó que la inminente aplicación de las vacunas mundialmente producidas es un bien común que deberá llegar a los más de 120 millones de mexicanos, con la fuerte inyección de esperanza que esto significa. Estamos comenzando lentamente esos ejercicios en medio de un rebrote con adaptaciones virales y cruentas batallas en la salud y la economía de los países europeos.
Señaló que luego de un año de encierros, la humanidad está comenzando a ver la luz brillante al final del túnel. Pero “aunque cada vez estamos más cerca de las soluciones, es verdad que aún falta un tramo delicado e importante que exige de nosotros redoblar el esfuerzo y no desfallecer en la recta final”.
—Hago votos porque a todos nos guíe en este nuevo año, la templanza, la paciencia, la cordura y sobre todo la esperanza responsable. Aquella que sabe trabajar y esperar que los tiempos aciagos pasen y un nuevo sol se alce sobre todos nosotros y nuestras familias —destacó.
Ante el Cabildo y luego de asistir a la ceremonia eucarística que presidió el Arzobispo Gustavo Rodríguez Vega por el aniversario de fundación de la capital yucateca, el primer edil señaló que en esta pandemia “ya falta menos”, pero no por eso hay que bajar la guardia.
—Festejemos la esperanza y el nuevo año con responsabilidad. Cambiemos aquellos hábitos que nos hacen vulnerables y hagamos frente a los diez desafíos de la nueva normalidad de nuestra ciudad. Mérida de diez no es una calificación ya alcanzada. Es un reto que nos debe unir a todos y todas.
En ese sentido, advirtió que los festejos de fundación de la ciudad de Mérida son actividades responsables e identitarias. Están encaminadas a decir que somos gente paciente, educada, que sabe actuar al unísono si nos congregan los valores y el bien común.
—Mérida nos ha acompañado 479 años. Nuestros parques y jardines, nuestras avenidas, están deseosas de sentir nuestros pasos. En los muros y calles aguardan recuerdos, rostros, historias y nuevas emociones.
—En esta región del país y del mundo, quienes estamos enamorados de la ciudad, podemos ver la luz del otro lado de la luna; podemos habitar la felicidad en semanas que tienen más de siete días. Aquí humanizamos la flor del bosque, las calles de La Calandria y los dos camellos, o el tú y yo de la Plaza Grande.
Barrera Concha apuntó que los desafíos de Mérida nos esperan porque ustedes y yo queremos ser siempre mejores.
—Quizá no lo recordamos, pero no es la primera vez en la historia de Mérida y de los meridanos y meridanas, que vivimos un brote epidémico. Tampoco es la primera vez en que salimos adelante, luego de librar estas cruentas batallas que obligan al compromiso, a la solidaridad y a la entereza —señaló.
Dijo que ha sido gracias al compromiso de toda la comunidad, de nuestras familias, de los sectores productivos, de las asociaciones civiles y políticas, de los grupos religiosos y laicos, es que hemos podido, unidos, salir adelante en los difíciles trances de nuestra historia. “El coraje de un pueblo no siempre se ejerce contra otros pueblos u hombres, sino contra fuerzas impetuosas y terribles de la naturaleza”.
Expresó que fue gracias a esos esfuerzos, al coraje, al trabajo educativo y los avances científicos y técnicos, muchas de estas enfermedades que tanto dolor causaron a nuestra población, han sido controladas y hoy en día, es muy poco común ver que la gente fallezca por tuberculosis, sarampión o viruela. El conocimiento ha avanzado y ahora tenemos vacunas eficaces y tratamientos muy bien probados que han permitido el control de estas epidemias.
—Hemos caminado juntos este año. Hemos compartido el trago amargo del encierro, de las pérdidas humanas, de las pérdidas materiales y de empleos. Hemos ajustado nuestros presupuestos a la emergencia; nuestras acciones se han encaminado a resolver los problemas urgentes agravados por las inclementes lluvias y la temporada de ciclones; nuestros esfuerzos han estado encaminados, y siempre lo estarán, a mitigar los daños en las meridanas y meridanos más desprotegidos y necesitados. Ellos reclaman la atención de todos —dijo.
El edil manifestó su cariño, respeto y solidaridad a todas las familias que han pasado dificultades, dolores y han tenido alguna perdida; a todas las empresas y colectivos de trabajo que han estado en la primera fila de la batalla; a los trabajadores municipales que se han ido, desde el más humilde y digno servidor, hasta el director que se fue antes de tiempo.
Y también expresó su cariño y respeto a la familia del compositorArmando Manzanero Canché, un bien común que nos llena de orgullo y siempre vivirá en la eternidad de nuestra memoria.
En la Sesión Solemne, la investigadora Matilde Jiménez Coello expuso que en estos más de cuatro siglos que nos separan de la Fundación de Mérida, ha habido epidemias diversas y dolorosas como los brotes de Cólera, de Fiebre Amarilla, de Viruela, o de Sarampión que llegaron a diezmar hasta una tercera parte de la población local y afectar gravemente la economía.