Por Redacción
Mérida, Yucatán, 12 de noviembre de 2024.- Los vapeadores se han infiltrado en la vida de los niños convirtiéndose en un grave problema para su salud. Con diseños llamativos y sabores variados, estos dispositivos electrónicos contienen nicotina, una sustancia altamente adictiva que puede dañar el cerebro en desarrollo de los adolescentes.
Naomi Trejo, responsable del programa de prevención de adicciones de la UADY, señaló que «la industria del vapeo utiliza estrategias de marketing para atraer a los jóvenes, asociando sus productos con la diversión, la libertad y la pertenencia a un grupo». Esta estrategia, combinada con la falta de información y la presión social, ha llevado a que cada vez más jóvenes inicien el consumo de vapeadores a edades cada vez más tempranas.
Trejo señaló que, entre los 12 o 13 años es la edad promedio para empezar a fumar, pero con la aparición de los vapeadores pudiera adelantarse hasta los ocho años la tendencia por el uso de la nicotina.
“Los números nos indican que ahora con el vapeo, que parece inofensivo, piensas que huele rico y puede estar oculto a tus padres e incluso a los profesores porque casi no se sienten, es difícil detectar el daño que ocurre, pero se está dando en cuatro años de consumo, fulminante”, afirmó.
Aseguró que, «es necesario que los gobiernos tomen medidas más enérgicas para regular la industria del vapeo, prohibir la venta de vapeadores a menores de edad y restringir la publicidad de estos productos». Además, es fundamental que las escuelas implementen programas de prevención del tabaquismo y el vapeo para educar a los jóvenes sobre los riesgos y consecuencias de estas adicciones.