Pinocho, de Guillermo del Toro, enseña que los seres humanos están por encima de todo

La película con la que cierra el 2022 es una obra de arte en todos sus detalles, véanla

Por David Santiago Tovilla

Mérida, Yucatan, 27 de diciembre de 2022.- Una de las películas con que cierra el 2022 es Pinocho de Guillermo del Toro. Su estreno estuvo previsto, en Netflix, para la primera decena de diciembre. Sin embargo, el director promovió su exhibición en muchas salas del país. Varias lo hicieron de manera gratuita. En otras, pasó de una sola función a diversas opciones a lo largo del día.

Del Toro está convencido de su trabajo y desea compartirlo. Hasta el guion escrito por él y Patricio McHale se comparte en algunos portales. La generosidad del autor queda fuera de duda.

Al 18 de diciembre, la cinta prevalecía en primer lugar, con 40 millones de horas vistas en el informe oficial de la empresa productora. La versión de Guillermo del Toro llegó para ser un referente en las recreaciones que ha tenido el personaje, por eso el nombre del mexicano forma parte del título.

El trabajo se enfila a los premios Óscar 2023 por su realización técnica. De ello da cuenta el documental Pinocho de Guillermo del Toro: Cine tallado a mano, que puede verse también en Netflix. Ahí es posible entender porqué esta película es una obra de arte en todos sus detalles, elaborados con perfección, para luego darles vida y construir una historia que se acerque a la veracidad.

Pero la trascendencia está, también, en los asuntos temáticos abordados:

Seres humanos por encima de todo. Cada ser humano es un universo de motivos y razones. Importa más el fondo que la forma. Es más trascendental el resultado de una acción que lo dicho de ella. Cuentan los aportes no el caudal de aspavientos que ocultan un vacío. La bondad, reflejo de los términos de humanidad, es una cualidad que se refleja en los momentos de las decisiones sustanciales.

Al ser interrogado, si realizó la tarea de procurar que Pinocho fuera un buen chico, el grillo responde: «Tal vez no lo hice tan bien. Tal vez me equivoqué un poco, o mucho, pero… ¡Hice lo mejor que pude y eso es lo mejor que cualquiera puede hacer! ¡Pinocho me enseñó eso! Quiero decir, ¡yo se lo enseñé y luego él me lo enseñó directamente a mí! ¿Y sabe por qué? ¡Porque era bueno!». Es diferente tener bondad a ser bueno de acuerdo con ojos y criterios de otros.

No debe esperarse que las personas sean el reflejo o la copia de otras; o bien se apeguen, en exclusiva, a la idea propia. Respetar la individualidad es valorar su particularidad. Geppetto le dice a un Pinocho inerte: «Estaba tratando de convertirte en alguien que no eras. ¡Así que no seas Carlo, ni nadie más! ¡Sé exactamente quién eres! Yo te amo como eres».

Sebastián J. Grillo establece con claridad de qué va Pinocho de Guillermo del Toro. Durante los primeros minutos, el gran relator apunta: «Tenía mucho que decir, no sobre mi propia vida, para variar, sino sobre padres imperfectos e hijos imperfectos, y sobre la pérdida y el amor». En efecto, los antagonismos por los que transitan las realidades humanas están en la película: felicidad y tristeza; enojo y alegría; cuerpo y alma; presencia y ausencia; vida y muerte.

La guerra y las consecuencias tangibles en la vida de las personas. El explosivo que va a trastornar la vida del carpintero Geppetto es circunstancial. Lo explica el grillo: «Más tarde se dijo que el pequeño pueblo ni siquiera era un objetivo, que estos aviones se dirigían de regreso a la base y simplemente soltaron sus bombas para aligerar su lastre».

Por estos días, de semejante forma, pueden verse las afectaciones al patrimonio de las personas por los indiscriminados bombardeos de Rusia hacia Ucrania. La agresión rusa no cesó aún en horas previas a la navidad. Hogares destruidos, ucranianos expulsados a las calles, sin luz, con frío, de luto. Razón tiene Del Toro en incluir ese ingrediente porque la guerra no es un hecho del pasado, sino una infamia del presente como ocurre con la agresión injustificada, abusiva, de Vladimir Putin. Uno de los peores hechos de 2022.

El pensamiento único y la voluntad autoritaria.  Tal como lo hizo Pasolini, en Saló, Del Toro sitúa los acontecimientos en el momento de un gobierno autoritario, fascista. La inclusión de la cinta es, semejante al tema anterior, porque se observa cómo las voluntades autoritarias buscan consolidarse por doquier, disfrazadas de izquierda o derecha.

Lo explica Federico Finchelstein en el volumen Del fascismo al populismo en la historia: «Fascismo y populismo están genealógicamente conectados. Forman parte de la misma historia. El populismo moderno nació del fascismo. El objetivo primario del fascismo era destruir la democracia desde adentro y crear una dictadura totalitaria. Destruir la democracia significaba a su vez destruir la sociedad civil, la tolerancia política y el pluralismo».

Se observa, en la cotidianidad, cómo los populismos buscan vulnerar las instituciones y la vida democrática. Recién se ha concluido en la investigación correspondiente que Donald Trump es responsable de la pretensión de apoderarse del poder ejecutivo, con maniobras que incluyó el asalto al Congreso. En otros lados, se utilizan otros recursos y vías, pero el fin es el mismo: socavar la democracia y perpetuarse en el poder, por encima de lo que sea. El autoritarismo nada respeta: personas, instituciones, leyes.

Pinocho de Guillermo del Toro se distingue por sus reflexiones, más allá de la recreación de una historieta infantil.

Una recomendación es ver primero el documental sobre cómo Guillermo del Toro elaboró su Pinocho. Cambia la perspectiva al descubrir porqué se llevó quince años laboriosos en su confección. Proporciona mayores elementos para la mejor apreciación de esta memorable versión. 

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