¡Haz Moloch!, campaña del Organismo de Mujeres Priistas de Yucatán para combatir la violencia

La dirigente del organismo a nivel local, Linett Escoffié Ramírez, lanza la campaña con datos duros sobre la violencia. «Algo estamos haciendo mal, cambiémoslo»

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 3 de diciembre de 2022.- La presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas en Yucatán, Linett Escoffie Ramírez, presentó hoy la campaña ¡Haz Moloch! para combatir la violencia contra las mujeres debido a que en Yucatán el 71 por ciento de ellas ha sufrido algún tipo de violencia en su vida.

Al presentar esta campaña dijo que según datos del Inegi cada día se producen 19 de casos de violencia de género en Mérida y en el primer semestre de este año se registraron 5 mil 986 llamadas de emergencia al 911 y de esas, el 68 por ciento, es decir, más de 4 mil llamadas, se produjeron por situaciones de violencia en la familia.

En el evento señaló que ¡Haz Moloch! se presenta porque en Yucatán y en especial en Mérida, la violencia hacia las mujeres es una realidad que no se quiere ver y de la que poco se habla, “pero que está ahí y no va a cambiar si no hacemos algo”.

—A pesar de que contamos con la fortuna de vivir en una de las ciudades más seguras de México, la violencia en la familia es un problema que nos indica que tenemos que actuar, porque aún nos falta mucho por recorrer para garantizar la paz y la armonía de nuestras familias —dijo.

En la gran mayoría de los casos, la víctima es una mujer y de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, aproximadamente cada hora una mujer pide ayuda a las autoridades yucatecas por hechos de violencia, refirió.

 —Este es un problema que genera sufrimiento y dolor a las familias, que trunca sueños, que se convierte en un freno al desarrollo, que vulnera los derechos humanos y sin lugar a duda, compromete la calidad de vida de nuestras familias —expuso.

Escoffié Ramírez dijo que la violencia, si no se atiende, se va multiplicando, tiene un comportamiento epidémico, y que mientras más tiempo se pasa sin actuar, es más difícil de erradicar. “Un niño expuesto a la violencia tiene mayor probabilidad de ser un adulto violento y así replicar el ciclo”.

—Este flagelo es capaz de apagar la luz más brillante, de acabar con el sueño de las mujeres de ver crecer a sus hijos en un ambiente saludable, de jóvenes que querían convertirse en emprendedoras, en profesionales exitosas, de familias que querían crecer juntas y se rompieron. 

Entonces, indicó, no podemos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que unirnos, organizarnos para avanzar juntos, ese es nuestro reto, que ningún sueño se apague por la falta de paz, la paz es la esencia de nuestra identidad, por lo que dejarla perder es el fin de nuestro estilo de vida.

Se preguntó cómo si a lo largo de los años han aumentado las campañas educativas, se han fortalecido los centros de atención a las víctimas de la violencia, se ha aumentado la visibilidad del problema, entre otras acciones, siguen aumentando los indicadores de violencia familiar en Mérida.

Dado lo anterior, “algo estamos haciendo mal, pero la respuesta no es tan obvia. Hace falta más esfuerzo para fortalecer estas acciones, pero hay un elemento que perdemos de vista y todos los días se convierte en un catalizador de situaciones de violencia en nuestras calles pero sobre todo, en nuestros hogares: el crecimiento desordenado de Mérida”.

“Este desorden que causa estrés, se mete en nuestras casas y rompe la armonía de nuestros hogares: el tráfico por ejemplo, impide que los padres lleguen a compartir con sus hijos durante la comida, los jóvenes que limitan su diversión por la falta de transporte seguro, las mujeres que se les hace de noche en la calle esperando un camión que nunca llega, muchas veces en lugares sin iluminación y sin vigilancia. Son las horas de sueño que vamos perdiendo porque cada vez hay que despertarse más temprano para llegar a tiempo a nuestros compromisos, se acabo la Mérida de te veo en 10 minutos”, dijo.

Entonces ese crecimiento exponencial de este desorden se ha venido convirtiendo en potenciadores de estrés, ansiedad y depresión, condiciones que incrementan la aparición de situaciones de violencia y que hoy están más presentes que nunca. En Yucatán, de 2021 a 2022, los casos de depresión han aumentado en un 67 por ciento, según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.

La dirigente priísta afirmó que no podemos permitir que el desorden y la violencia sigan ganando terreno, por lo que llamó a las mujeres cuidar la calidad de vida de nuestras familias. “Estamos llamados a proteger la ciudad de bienestar que heredamos de nuestros antepasados, que tanto esfuerzo les costo construir. Estamos llamados a actuar para evitar que nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros seres queridos y nosotros mismos, seamos víctimas de estos males”.

Subrayó que el programa ¡Haz Moloch! no es un reto fácil y tampoco se trata de un acto de fe, no se trata de una ilusión. “Hablo desde la convicción, desde la certeza de haber visto con estos ojos, como ante circunstancias más adversas con solidaridad y capacidad de organización las y los meridanos hemos sido capaces de salir adelante”.

—Frente a la violencia ¡Hagamos Moloch! Frente al caos y el crecimiento desordenado ¡Hagamos Moloch! Para que Mérida siga siendo la mejor ciudad para vivir ¡Hagamos Moloch!.