Eso motiva que en México el 40 por ciento de la pesca sea ilegal y que esté desapareciendo la ballena franca en el Atlántico norte
Por Rafael Gómez Chi
Mérida, Yucatán, 14 de julio de 2022.- México y Estados Unidos han incumplido con sus compromisos ambientales para proteger los océanos, de tal forma que en nuestro país el 40 por ciento de lo que procede del mar es pesca ilegal, es decir, dos de cada cinco peces que comemos proceden de ese tipo de captura.
En conferencia de prensa, Mariana Aziz, directora de la campaña de Transparencia de Oceana en México, sostuvo que a dos años de la firma del Tratado Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC) ambos países han incumplido el acuerdo, lo que deriva a consecuencias para el país y sus pescadores.
“México ha sido objeto de varios embargos comerciales en los últimos años y está perdiendo acceso a importantes mercados internacionales porque no podemos demostrar el origen legal de nuestros productos del mar; esto no solo afecta a la economía nacional sino también a los pescadores que dependen de estos mercados”, dijo Aziz.
Acusó falta de transparencia de parte de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura, pues no se sabe quiénes y dónde pescan quienes lo hacen de manera ilegal, además de que se ha resistido a firmar el Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector Puerto.
Señaló que entre los compromisos incumplidos de México y Estados Unidos está el combate a la pesca ilegal, la recuperación de especies sobreexplotadas y la protección de hábitats y especies marinas como la ballena franca del Atlántico Norte que se encuentra en peligro crítico de extinción.
En la conferencia de prensa el senador Jorge Carlos Ramírez Marín dijo que en México los informes anuales de seguimiento demuestran que solo son intenciones, porque “estamos lejos de cumplir con las obligaciones del T-Mec”.
“Alarma el dato de Conapesca que la pesca ilegal supera el 40 por ciento de la captura total en nuestro país”, dijo y apuntó que en Yucatán, con 343 Kms de litorales es urgente que se combata porque hay municipios que dependen enteramente de la biodiversidad marina”, dijo.
Señaló que “es un tema grave de seguridad porque Yucatán es el noveno lugar en pobreza extrema en el país. Ojo, al principio de esta administración estaba en el 13, ahora en el 9, con un aumento de pobres, la relación directa la pueden encontrar ahí, a menor protección de la biodiversidad más problemas sociales, y a menores ganancias un explosivo coctel que no queremos”.
Ramírez Marín lanzó “una exigencia al gobierno a todos niveles para combatir la pesca furtiva, para evitar que lamentemos que los pescadores hicieron justicia por su propia mano, porque el problema es que no sabemos cuántas vidas les va a costar”.
“Hoy los pescadores viven en la zozobra de hallar o no pesca y ante una nueva forma de criminalidad que no veíamos en Yucatán. Es inadmisible que Conapesca no informe de sanciones o el interés es dar protección a quienes deberían perseguir”, dijo.
Oceana hizo un llamado al gobierno mexicano para que cumpla con sus obligaciones con respecto a la pesca y la protección de los océanos establecidas en el T-MEC, para lo cual debe aprobar una norma de trazabilidad de pescados y mariscos para garantizar que el país no esté vendiendo productos derivados de la pesca ilegal; firmar el Acuerdo de Medidas del Estado Rector del Puerto; y reformar la Ley General de Pesca y Acuicultura Sustentables para que se obligue a las autoridades a recuperar las especies pesqueras sobreexplotadas, deterioradas o en colapso, especialmente aquellas que tienen importancia social y de las que depende un mayor número de personas.
En el caso de los Estados Unidos, Gib Brogan, de Oceana en ese país, dijo que la Unión Americana no cumple ni implementa por completo varias leyes ambientales para proteger a las ballenas francas del Atlántico Norte, que están en peligro crítico, y de las cuales quedan solo unas 330. Las principales amenazas para esta especie son quedar atrapadas en redes de pesca y colisiones con embarcaciones.
Las ballenas francas del Atlántico Norte se encuentran a lo largo de la costa Este de los Estados Unidos y Canadá, y su población continúa disminuyendo cada año; el dato más reciente señala que cayó 8% entre 2019 y 2020, dijo.
“Estados Unidos claramente está violando los términos del T-MEC”, dijo Brogan. “El gobierno de los Estados Unidos no puede exigir que México y Canadá respeten sus leyes ambientales bajo el acuerdo comercial, al mismo tiempo que no hace cumplir sus propias leyes para proteger a las ballenas francas del Atlántico Norte, en peligro crítico de extinción”, agregó.
Actualmente, Estados Unidos tiene un embargo comercial sobre el pescado del Alto Golfo de California. Desde febrero, Estados Unidos tiene prohibido el ingreso a sus puertos de embarcaciones mexicanas provenientes del Golfo de México. El año pasado, de abril a octubre, México perdió su certificación para exportar camarón por no cumplir con los estándares para evitar la pesca incidental de tortugas marinas.