La paz debe unirnos a todos: Manuel Díaz Rubio

El empresario, promotor de la paz, mecenas y filántropo, recibió hoy del Congreso del Estado la Medalla de Honor Héctor Victoria Aguilar con el Gobernador Mauricio Vila como testigo

Por Rafael Gómez Chi

Mérida, Yucatán, 11 de enero de 2022.- Manuel Díaz Rubio se sintió como aquel niño con juguete nuevo. “Me siento como ese niño que lo hacen Gobernador por un día”, confesó tomado del atril de la máxima tribuna del Estado después de que le fue conferida la Medalla de Honor Héctor Victoria Aguilar.

El hombre se veía feliz. Habló pausadamente y hasta cantó una estrofa de la canción que escribió Sergio Esquivel cuando el trimarán Zamná, barco de honrosa memoria, llevó el mensaje de la paz desde el Mayab hasta el Viejo Continente hace algunos años.

Acompañado por su familia y sus amigos recibió del Congreso del Estado la medalla de honor con el Gobernador Mauricio Vila Dosal de testigo. “Es para mí un honor estar hoy aquí, frente a todos ustedes, en este recinto donde se construye, ordena y enaltece la vida política de nuestro querido estado de Yucatán”, dijo después de confesar que se sentía como un niño “a pesar de la edad”.

—Sin orden no hay presente y tampoco puede haber futuro. Por eso es tan importante la labor que realizan todos y cada uno de ustedes desde esta honorable institución para construir mejores formas de convivencia social. Con distintas ideologías y convicciones, pero siempre con un objetivo común: el bienestar de todos los yucatecos —destacó.

En la tribuna, observaban legisladores federales y dirigentes empresariales, la prensa y sus amigos. El cronista traía a su memoria aquellos días cuando con el empresario Díaz Rubio atestiguaron la construcción del Zamná en astilleros del puerto de Alvarado, en Veracruz.

—No cabe duda que éste es un objetivo complejo, pero les aseguro que no están solos. Existimos miles de yucatecas y yucatecos quienes, desde sus posibilidades e intereses, destinan tiempo y esfuerzos a causas que trascienden de lo individual a lo colectivo. Unos, por ejemplo, con pequeños, pero valiosos, actos encaminados a rechazar la violencia en favor de una cultura de paz y otros con grandes obras altruistas para fomentar la educación, la salud, las artes y el deporte. Todos, a fin de cuentas, buscando construir una mejor sociedad —agregó el homenajeado.

Agradeció que lo hayan tomado en cuenta para formar parte del grupo de hombres y mujeres ilustres que han sido galardonados y honrados con la medalla del constitucionalista y a su esposa e hijos por haber sido el motor de su vida.

—Asimismo, no quisiera dejar pasar tan honrosa ocasión sin hacer un llamado a todos los que vivimos en éste noble estado a arroparse en la bandera de la paz, símbolo de la unidad en la diversidad y, por lo tanto, del respeto a todas las creencias —indicó.

Señaló que si bien, el Día Internacional de la Paz se conmemora cada 21 de septiembre, es menester que, todos los días, las y los yucatecos mantengamos vigente con nuestros actos los ideales y valores que engloban tan importante fecha. Solo así podremos conservar la paz que hoy caracteriza y enaltece a nuestro Estado.

—Por mi parte, me comprometo a seguir poniendo mi granito de arena de la forma cómo lo sé hacer, y cómo lo hecho a lo largo de mi vida: con arduo trabajo y procurando que cada una de mis acciones se vea reflejada en un mejor Yucatán.

Dijo que aún falta por hacer, particularmente en lo que respecta a cultura de paz, salud mental y educación, “pero tengan por seguro que este yucateco habrá de seguir trabajando más y de mejor manera para corresponder a la honrosa distinción que hoy me fue otorgada”.

En la sesión, la presidenta de la Comisión Especial Medalla de honor “Héctor Victoria Aguilar”, Melba Gamboa Ávila dio lectura a una semblanza del ilustre diputado cuyas acciones inspiran e impulsan a mantener una ruta de progreso para el estado.

“Las ideas de cambio del Diputado Victoria Aguilar tienen en su esencia un gran humanismo, y en esa medida, nuestras acciones legislativas deben ser el reflejo de una sociedad más unida y enfocada a la cohesión social”, expresó.

Sobre Díaz Rubio dijo que se trata de reconocer los actos de generosidad, ayuda, filantropía y el mensaje paz llevado más allá de nuestras fronteras.

La presea es el significado del sacrificio y el ánimo por dejar para las personas una mejor nación, una república construida en los principios de justicia, de la democracia que sólo la paz y su fomento trae a las sociedades, indicó.

“Manuel Díaz Rubio es el vivo ejemplo de las aspiraciones humanistas de Héctor Victoria Aguilar; en ambos encontramos ese perfil por consolidar una sociedad comprometida con el orden, las leyes y su impacto en el avance y progreso; ambos tienen en su historial un gran bagaje de enseñanzas a las próximas generaciones”, subrayó.