Renán Barrera rinde su tercer informe y pide abandonar la mezquindad política

Mérida no es perfecta, admite. Toca el caso de José Eduardo y afirma que le llena de vergüenza la falsa información y las interpretaciones falaces del tema

Por Rafael Gómez Chi

Mérida, Yucatán, 16 de agosto de 2021.- Renán Barrera Concha bajó la cortina de su segunda administración municipal y en su tercer informe afirmó que “es en estos momentos, donde no debe haber lugar para la mezquindad política ni para la ligereza en la búsqueda de la verdad”, porque “Mérida sigue teniendo lo mejor en su seno. Las meridanas y meridanos saben comprender, saben amar y decir la verdad”.

En Sesión Solemne de Cabildo a distancia, en redes sociales, el Alcalde insistió en que si México tuviera más ciudades como Mérida sería mejor y más feliz. Y aclaró: “No estoy diciendo que no haya expresiones homófobas, clasistas, racistas o que las mujeres tengan todas las óptimas condiciones que requieren para desarrollar sus capacidades”.

—Tampoco estoy diciendo que la educación, la conciencia, el respeto a la dignidad de todas las personas y de todos los seres vivos ya se haya logrado. Digo que caminamos hacia ello y que las demandas intensas y dolorosas tienen que convencernos a todos de trabajar juntos y unidos —expresó.

En su mensaje fue inevitable el caso de José Eduardo Ravelo Echevarría y al hacerlo Renán Barrera insistió en que hablaba “con amor y con verdad” para subrayar que “los hechos indignantes e inaceptables que le ocurrieron al joven José Eduardo nos llenan de rabia y vergüenza, pero que también lo hacen la información sesgada, las interpretaciones falaces, el manoseo de intereses políticos y las tibias formas de enfrentar problemas verdaderos”.

Afirmó que “todos los vídeos y materiales que tenemos en nuestro poder fueron entregados de manera voluntaria, sin descartar ninguno”, afirmó que “seguiremos poniendo toda la información que tengamos a nuestra disposición para que se encuentren a los culpables verdaderos de tales atrocidades. También dije y digo que ofrezco continuar con la investigación, documentar, e incluso mejorar los procedimientos de control y aseguramiento”.

En un tono de autocrítica, admitió que Mérida no es una ciudad perfecta exenta de contradicciones, “pero si es una región amorosa con identidad propia, sensibilidad especial y sobre todo con una gran capacidad de indignación, de participación y de solidaridad social. El amor que le tenemos a la ciudad existe, es verdad y nos obliga a serle fiel. En las cosas difíciles amor sin verdad es hipocresía y verdad sin amor es crueldad”.

Dijo que en estos tres años se desarrollaron nuevos procesos para lograr que los ciudadanos se organicen y decidan qué hacer y cómo hacer sus parques, cómo ayudar a otros, cómo participar en las decisiones, cómo vigilar el buen funcionamiento de la institución. 

—Buscar permanentemente la armonía social, la participación social y la gobernanza activa es una condición de los gobiernos actuales. Los presupuestos nunca son los que deberían, los retos y los desafíos son cada día más grandes, el conocimiento se especializa y necesitamos tender puentes entre una sociedad compleja formada por diferentes idiosincrasias y nacionalidades. Todos hacemos esta Mérida moderna y plural enriquecida por aquellos que vienen buscando un mejor entorno para vivir.

En su sentir, el gobierno siempre debe estar orientando y convocando a todos los individuos a ser colectividad. El bien común es tan importante, tan necesario que sin él, ninguno de los bienes individuales serían posibles.

Y en el caso de la Policía Municipal indicó que aun cuando es pequeña y opera apenas en menos del 10% de la ciudad, hemos hecho todo para modernizarla. Por eso tenemos, equipamiento de vigilancia interna y de autocontrol mediante cámaras de filmación permanentemente operando en solapas, patrullas e instalaciones.

—Es imprescindible decir, que pese a que haya menos apoyos presupuestales, vamos a mejorar los procesos, sensibilizar en derechos humanos y revisar las acciones de seguridad para que no generen nunca más duda ni afectaciones a la confianza ciudadana. Ese es uno de los terrenos en que debemos trabajar aún más.

Se dirigió a Diana, su esposa, y a sus hijos Renán y Daniela, a las “estimadas familias de Mérida, amigos comunicadores, colegas en el servicio público, representantes de los poderes del estado y de la sociedad civil” para señalar que en la vida hay momentos fundamentales de decisión que nos marcan para siempre.

—Pude elegir un camino distinto: Pude ser abogado litigante, eso estudié, porque no me gustan las injusticias en carne propia ni en la de nadie. Pude seguir al frente de mis empresas antes de dedicarme al servicio público. Pero nada de eso llenaba mi corazón.

—En su momento entendí que no soy nada sin mi familia y sin mi ciudad. Que ese entorno me dio todo lo que tengo y que una de las tareas mas urgentes y valiosas es aportar a su mejoramiento, para que otras personas puedan crecer con las mismas oportunidades. Por eso elegí una carrera política —afirmó.

—Nacer en Mérida, vivir en Mérida, estar siempre aquí, hizo que me decidiera por la política, ya que es el sitio donde se podían cambiar las cosas, lograr que el dolor humano evitable se evite y tomar las mejores decisiones para consolidar el bien común de una ciudad admirable, como la que tenemos.  

Dijo que sabía que tendría que tomar decisiones difíciles, que mi vida personal debía ser cuidadosa, que tendría que sacrificar momentos familiares, que debía madurar para descubrir donde está la verdad, la mentira y el mayor bien para todos. Sabía que lo que llena el alma no es el dinero, ni centrar la atención, ni tener vida y costumbres opulentas.

—La política no es una actividad suntuosa, lejana, egocéntrica ni de desplantes poderosos para quien lo ejerce. Antes bien, es la más humilde y la más cuestionada de las misiones. Es la más exigente y la más intensa de las actividades.

—Yo elegí este camino y no me arrepiento. El camino hacia la verdad y hacia las cosas buenas, es difícil, escarpado y lleno de espinas. Pero lo más importante de la vida es navegar, caminar, nunca desfallecer en esta brega de eternidad —dijo y recordó, con ello, aquellos veteranos panistas que hablaban del bien común y de la patria ordenada y generosa.