Por Rigel Alonzo
Mérida, Yucatán, 14 de julio de 2021.- En el periplo musical que acostumbro semana tras semana me topé con una agrupación chilena- mexicana llamada Hoppo (En la lengua dakota «Hoppo» significa ¡Vamos!).
La banda es lo más sincero en cuanto su sonido sin tanto adorno y lo especial es que en su primer disco del 2010, contiene canciones latinoamericanas de la ola llamada “La nueva Canción”, la mayoría de los nueve tracks popularizados por Mercedes Sosa.
Canciones como Alfonsina y el mar, Canción con todos, Gracias a la vida, figuran en esta selección con unas versiones que no dejan de sonar latinas, pero con el toque del sitar hindú y a veces amenizado con sonidos electrónicos.
Podría escucharse extraña la combinación pero el resultado es magnífico, crea una atmósfera de relajación, introspectiva pura para el ejercicio de la apertura de mentes.
Los escritores de las canciones son los poetas, músicos y voces del pueblito colorido que está al sur de Estados unidos, Latinoamérica, Víctor Jara, Violeta Parra, Daniel Viglietti, entre otros, de los inmortales revolucionarios de las letras.
Si se sienten ortodoxos de la llamada Nueva Canción, quizás no le encuentren razón, o si no te gusta Café Tacvba no te agradará, ya que es uno de los proyectos en solitario del vocalista de la banda Rubén Albarrán y a veces suena como si fueran los hijos de Ciudad Satélite en un concierto “desenchufado”.
Como escribió Silvio Rodríguez, esto no es para los niños o los amantes del ritmo, mejor que se queden sentados los intelectuales pero para escuchar la propuesta.