La Clínica Ligera Mente lleva a cabo un taller de psicología transpersonal para nutriólogas que imparte José Alberto Moguel, egresado de la Universidad Modelo
Por Rafael Gómez Chi
Mérida, Yucatán, a 28 de junio de 2021.- Las estadísticas muestran que Yucatán es uno de los Estado más obesos en el país, pero dicho trastorno contiene implicaciones mentales que se pueden tratar para que la persona que lo padece recupere su salud, señaló José Alberto Moguel Rodríguez, psicólogo clínico de la Universidad Modelo.
Convocado por la Clínica Ligera Mente, que dirige la especialista Mónica Rojas, Moguel Rodríguez impartió este domingo el Taller de psicología transpersonal, enfocado en entender no solo la dinámica emocional de la obesidad, sino el aspecto espiritual del ser humano.
—Y hago un paréntesis, eso no es religión, la palabra espíritu tiene que ver con la parte que no se puede ver de la vida, los pensamientos y las emociones, porque eso afecta a las células y le van creando patrones de comportamiento biológico que se manifiestan en enfermedades y conductas de nuestro cuerpo.
En entrevista durante un receso del taller explicó que en la psicología desde hace tiempo hay estudios sobre el tema, desde que iniciaron los trastornos más significativos, como la anorexia y la bulimia. A partir de ahí se empezaron a estudiar las implicaciones mentales que traían estas conductas y luego nos empezamos a dar cuenta los psicólogos, de las causas mentales; la obesidad, antes de que se manifieste como enfermedad, tiene muchos patrones mentales que conllevaban a que la persona comiera de más.
—Esos patrones varían un poco pero se originan a partir de la desprotección, la culpa, la ansiedad, heridas dolorosas que tienen que ver con el afecto, y si esas heridas permanecen conllevan conductas adictivas de muchos tipos, pero más que nada con la comida.
El especialista dijo que provienen de la relación, a principios de nuestra vida con nuestros padres, o personas muy cercanas, los abuelos, tíos, padres.
—Uno de los más comunes es la típica persona que come por ansiedad, cuando está triste, ansioso, estresado, la manera en que puede lidiar con eso es comiendo, y suben de peso porque el cuerpo registra una situación en la que el único recurso para anestesiar el dolor, la tristeza o el abandono, es la comida.
Por ello, señaló que el tratamiento es integral, va de la mano con un psicólogo y con un terapeuta, y lo que hacemos es identificar lo patrones actuales y luego de dónde surgieron, dónde en algún punto empezó la persona a aprender que la manera más efectiva de mitigar el dolor era comiendo.
Dijo que en México tenemos una cultura que propicia que ahogues las penas con comida, alcohol, convivencias sociales. Eso en sí no es malo, pero si alguien está pasando algo en su vida y el único recurso que tiene es comer un montón o beber, ahí hay un problema.
—Tiene solución pero no es tan difícil como parece, cuando uno recurre a buscar ayuda de los profesionales es un proceso que lleva un tiempo, pero no es imposible ni siquiera complicado.
Todo parte de la culpa, vergüenza y pensamientos autodestructivos, pues la persona que come y luego siente culpa se propicia una imagen muy negativa de sí mismo, que no puede lograr nada, que todo siempre es lo mismo, eso provoca una avalancha de pensamientos de que ya nada mejorará.
Y aun cuando es diferente a un cuadro clínico depresivo se parece bastante en ciertos detalles que estamos aprendiendo a identificar con estos cursos y talleres, dijo.