Carmen Boullosa nos presenta una nueva Eva fuera de los mitos

Presenta en la Filey El libro de Eva, donde deconstruye a la primera mujer y la renueva

Por Rafael Gómez Chi

Mérida, Yucatán, a 26 de abril de 2021.- Carmen Boullosa ha transformado el mito de nuestra madre Eva en un personaje de novela y lo ha traído a la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey). El libro de Eva da cuenta de cómo ella no nació de la costilla de Adán ni perdió el Paraíso a causa de una manzana. Boullosa nos presenta un mundo radicalmente distinto al que aprendimos de los libros canónicos de la Biblia, con su visión de un mundo feminista que parte de finales de los 60´s en el siglo pasado, donde conformó su pensamiento como mujer.
En charla vía WhatsApp con el cronista, la autora de El complot de los románticos y La aguja en el pajar, señala que habla de un personaje que en realidad ingresó a la Biblia muy tarde, hasta el siglo XV, pero viene de un mito y que tuvo anteriormente encarnaciones diferentes del mito bíblico. «Yo retomo, trato de retomar los hilos de algunas versiones anteriores dándoles no solo el carácter de mito, sino el cuerpo de una novela, que es muy diferente».
Es decir, construyó el personaje de acuerdo con su visión, «pero también con la que han tenido otros acerca del personaje». En ese sentido, señaló que «sí fue mi interés rescatar versiones de los mitos judíos previos a lo que fue la versión bíblica, la que ingresa al libro y recojo algunas de las versiones que quedaron escritas, de las que hay constancia, es un personaje que no es el mismo que conocemos, o sea, las cosas que sabemos no pasaron como nos las contaron».
Eva «queda construido como un personaje» nuevo, debido a que «la novela es un artefacto de una cultura, es un homenaje a personas específicas. Esta es una novela que como decíamos es sacada, rescatada de mitos anteriores, de cosas judías y fue cobrando la forma, con la mirada que tenemos nosotros en el siglo 21».

Portada de la novela.


Relató que es un libro que empezó a trabajar hace cinco años, y fue hacia un punto más de la colectividad que de la familia. «En los 70´s del siglo pasado en México se dio la segunda ola del feminismo y hubo todo un movimiento cultural acompañándolo, digamos que fue una de las coletadas del 68; fue la vitalidad, empezaron a circular revistas, música, arte muy feminista y en ese punto es en el que yo me hice mujer».
«Entonces más que situarla y decir que es una novela fechada en la cuarta ola del feminismo, que es la que estamos viviendo ahora, no podría yo decir que es así, porque soy una mujer de 65 años, tengo otra percepción, hay muchos feminismos. Yo situaría la novela donde va, en mi punto de vista y el mundo en el que yo me formé como mujer».
Al decir que comenzó a trabajarla hace cinco o seis años no significa que tardó todo ese tiempo en hacerla, sino que cada novela tiene un ritmo diferente, algunas llevan mucho más tiempo, algunas otras llevan menos, pero no todas las trabajo de la misma manera, porque no todos son iguales.
«Antes he publicado 19 novelas, algunas tienen muchísimas páginas y algunas son muy breves, algunas de las breves me han exigido mucho trabajo de biblioteca o una enorme capacidad de construcción, y de las más largas me han llevado menor tiempo por el tipo de escritura, tema, juego literario o experiencia», relató.
«Soy incapaz de decir que haya como un método de escritura, sino que es un modo de vida y no pienso como una única manera de trabajar, cada obra exige una forma diferente de acercar, aproximarme, irla elaborando. Las novelas, los libros, con como los hijos. Yo cometería un error enorme tratar de acercarme a cada uno o de mirarlos a todos como si fuesen del mismo perfil».
Carmen Boullosa relató que la obra exige trabajo, dedicación, «una novela hay que verla a diario, si no se marchita, hay que trabajar todos los días, no existen los domingos y pide otra cosa importantísima, exige muchísimas lecturas. Un escritor no puede serlo si no tiene trabajo de lecturas continuas de otros géneros, poesía, historia, antropología, de los temas que vayan saliendo, a veces toca leer sobre como funcionaban las galeras de los galeones del siglo XVIII, por ejemplo.
Finalmente, comentó que la Filey nos deja, en el mejor de los casos, un contacto con los lectores y con los lugares que las acogen. «En el caso de la feria de ustedes, la maravilla de estar en Mérida, que no tiene comparación con otras ciudades, y de quienes te acompañan en la mesa. Pero ahora con las virtualidades son distintas, no vamos a estar en Mérida, sino desde Mérida y es una aventura muy padre, un pasaje transitorio nada más». (Fotografía principal de Daniel Mordzinski)