Dan a conocer que tienen un convenio con la UADY para cuidarlos. No se niegan a calesas eléctricas, pero solo si los apoyan
Por Rafael Gómez Chi
Mérida, Yucatán, a 21 de abril de 2021.- Aunque desde hace unos seis años cuentan con un veterinario que certifica las condiciones de salud de los caballos y se trata de una tradición de más de un siglo, los aurigas de la capital yucateca no desestiman utilizar calesas eléctricas, siempre y cuando los apoyen las autoridades.
Eduardo de Jesús Echeverría Navarro, presidente de la asociación que los agrupa, dio una conferencia de prensa acompañado por el veterinario José Manuel Blanco Molina, en la que afirmó que las acusaciones de maltrato animal en contra de los aurigas carecen de fundamento.
—Nos acusan de maltrato animal, pero son mentiras. El caballo no trabaja todo el día ni todos los días, sólo unas siete a ocho horas con días saltados —dijo el dirigente de la Unión de Conductores y Pequeños Propietarios de Carruajes de Yucatán.
—Tenemos acuerdos con la Universidad Autónoma de Yucatán y son atendidos por profesionales, llevan una vida buena, buena alimentación, buen manejo —apuntó.
Al recordar los orígenes de esta actividad, refirió que en 1875 Juan López, artesano de oficio, ideó un carruaje, concibió una carreta, un vehículo de 4 ruedas hechas de madera de cedro. A principios de 1900 Bartolomé Bermejo ideó otro carruaje que es el que vemos en la actualidad. Llegaron a ser 800 en Mérida y fueron el primer transporte público de la ciudad.
—Le llaman maltrato animal al ver al caballo trabajando, pero está físicamente capacitado, sano. Las verificaciones se hacen los miércoles y en la Facultad de Veterinaria, pero por la pandemia está cerrado. Hubo rumores de que no son atendidos y es mentira, desde hace años hay profesionales trabajando, tenemos certificados médicos. Cada caballo tiene su cartilla de salud para comprobar el buen manejo del equino.
El dirigente aseguró que a ellos les preocupa la salud de los caballos, porque se dedican a ser aurigas de generación en generación, “en mi caso desde mi bisabuelo. Los caballos son de nuestra familia, nacimos entre las patas de un caballo”.
—Hay enfermedades que no vemos, no sabíamos, pero empezamos a tener responsabilidad y asesoría sobre el tema. Las asociaciones civiles animalistas nos han golpeado, juzgado y criticado por el uso del animal. La calesa en Yucatán es una tradición de más de cien años y le dio lo mejor a la ciudad en la época del oro verde, fuimos el primer transporte público, ahora el 80 por ciento lo usan los turistas. Abordan la calesa y les gusta el sonido, la ciudad, el viaje, nos felicitan por tener bien a los animales.
Al insistir en que sus animales no son jamelgos, dijo que los critican pero “estamos dentro de la ley. Tenemos tomas de agua junto al centro de trabajo, pero el animal no puede tener la cubeta a un ladito, porque es juguetón. No toma un litro de agua, sino entre 40 a 60 litros, no la toma a cada rato ni helada, lo matas con eso.
Señaló que hay un desprestigio y una mala información sobre la conducta del animal, porque a veces se portan agresivos con nosotros, pero le damos una vida de lo mejor posible, son el motor, parte de la familia.
—A veces cruzan junto a ellos y el animal tiene levantada una patita y dicen “qué pena”, pero es su habilidad para descansar. Pero están durmiendo, y eso es porque está tranquilo. Cuando se estresa busca qué hacer. Otro mito es que llevan muchas personas, pero ellos no cargan peso, solo son de arrastre. Hay críticas de que resbalan y caen.
Echeverría Navarro sostuvo que los animalistas tienen una bandera de un accidente de un camión hace ocho años que se voló el alto y murió el caballo. Otras fotos en que cae el caballo y dicen está sofocado, pero no, nosotros mismos hemos tropezado.
“Pero son casos aislados. Cuando cae un caballo se retira del trabajo y ese mismo día se localiza al médico. No existe el maltrato animal, es ideología de un grupo de personas que nos satanizan. Es un trabajo dentro de la ley y de los más antiguos de la ciudad, es digno, pero tratan de desprestigiarlo”.
Indicó que existen caballos briosos, pero es su temperamento, por eso se le pone la cubierta en la cabeza.
A una pregunta sobre el uso de las calesas eléctricas dijo que el candidato del PAN a la Presidencia Municipal de Mérida, Renán Barrera Concha publicó un spot de calesas eléctricas, por lo que “no estamos cerrados a lo que son los diálogos, tenemos que platicarlo, son circunstancias, no tenemos el presupuesto, en dado caso tendríamos que llegar a los acuerdos”.
En ese sentido, dijo que una calesa eléctrica tiene costo de 700 mil a 800 mil pesos, un taxi tiene cuatro años de vida, pero la batería de la calesa cuesta 100 mil pesos para dos años, no tenemos el poder económico para eso.
Indicaron que la asociación agrupa a unas 75 familias de Mérida y un paseo en la calesa cuesta 400 pesos. En un horario de ocho horas cuando mucho realizan cuatro paseos en temporada alta del turismo y solo pueden llevar a cinco personas máximo.
El médico indicó que los caballos no duermen, sino descansan parados, producto de la evolución del animal, porque “naturalmente han sido presas”. Tienen hábitos de manada, siempre están alertas. Un animal de esos bien alimentado y bien cuidado, podrá vivir entre 18 y 20 años.