A 105 años del Congreso Feminista, la lucha por arrancar el patriarcado continúa. Sesión Solemne del Cabildo de Mérida

Por Rafael Gómez Chi

En el marco del 105 aniversario del Primer Congreso Feminista de Yucatán y México, la oradora huésped Xixili Fernández Casado destacó que si bien se han logrado avances en la conquista de los derechos de las mujeres, todavía falta lograr derechos en materia de salud sexual y reproductiva, incorporar la interseccionalidad en los feminismos y abrazar la sensibilidad de las mujeres mayas.

—Desde luego, aún no logramos arrancar el patriarcado de la cultura hegemónica y del convivir cotidiano de las sociedades. Estamos en ello, lo vamos a tirar —subrayó en la Sesión Solemne del Cabildo de Mérida que presidió el alcalde Renán Barrera Concha.

—El año 2020 prometía ser un año de grandes logros para la lucha feminista en Yucatán, recuerdo el gran entusiasmo con el que iniciamos el año y que nos congregó en la marcha del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, a la que asistimos unas 5 mil mujeres exigiendo el pleno respeto a nuestros derechos y en especial un alto total a la violencia contra las mujeres en Yucatán. Recuerdo también que por primera vez nos organizamos un grupo de madres feministas dispuestas a luchar por el cambio de mentalidad con respecto a las cuestiones de crianza.

—Sin embargo, como todas y todos recordamos, no tuvimos tiempo ni para digerir el éxito de la marcha; se declaró la pandemia y con ella la contingencia sanitaria y el confinamiento. La economía prácticamente se paró y la vida social y pública también se puso en pausa.  Pero lo que no pudo permitirse ninguna cuarentena ni parón de actividades fueron las labores del hogar y las tareas de cuidado a las personas dependientes, como niños y niñas, personas con discapacidad o adultos mayores. Y eso lo sé yo bien que tengo una hija con discapacidad.

Fernández Casado, experta en Intervenciones sistémicas por la “Escuela Vasco Navarra” de Terapia Familiar Sistémica y fundadora de la asociación civil Cultura Savia, aseguró que una de las grandes lecciones que nos está dejando la pandemia es que se ha evidenciado algo que desde la economía feminista llevamos años señalando; que sin todas las tareas de cuidado que venimos haciendo “por amor”, la vida y la sociedad no se sostiene y no puede prosperar.

—Que no podemos sobrevivir como humanidad sin cuidarnos los unos a los otros; que la salud, el cuidado y el sostenimiento de la vida son la base para todo lo demás y que los seres humanos estamos interconectados entre nosotros así como con la naturaleza de la cual dependemos también. 

—Dicen que una vez un estudiante le preguntó a la antropóloga Margaret Mead que cuál consideraba ella que era el primer signo de civilización. Y su respuesta fue: “Un fémur fracturado y sanado”. Porque en la vida salvaje, un fémur nunca sana, y solo puede hacerlo si alguien se preocupa de cuidar al herido.

Convocatoria del Primer Congreso Feminista de Yucatán y México en 1916

Apuntó que el verdadero cambio de una sociedad se nota cobre todo cuando los hombres aliados abrazan las nuevas masculinidades y asumen su corresponsabilidad en generar el cambio hacia una sociedad más sana, reconstruyendo los roles de género y creando nuevas formas de relación entre los sexos de manera más justa e igualitaria.

Subrayó que la responsabilidad compartida entre sociedad y gobierno puede erradicar las prácticas violentas que  han marcado nuestra historia reciente, e impulsar políticas públicas que generen mayores espacios de paz en todos los ámbitos, especialmente en la educación, la salud, la participación ciudadana y la atención a las poblaciones vulnerables.

—La pandemia nos ha mostrado que todas y todos formamos parte de una misma comunidad, que dependemos y somos parte de la madre naturaleza y que la única manera de sobrevivir y no extinguirnos como humanidad es a través de la colaboración entre nosotras —dijo.

El alcalde Barrera Concha recordó que en enero de 1916 mujeres comprometidas en su lucha como Consuelo Zavala Castillo, Elvia Carrillo, Dominga Canto Pastrana, Raquel Dzib Cicero, Rosa Torre González, Beatriz Peniche, se distinguieron por su decidida participación en el Primer Congreso Feminista que daría, a partir de esa fecha, relevancia especial al papel de las mujeres en todos los ámbitos sociales en todo México.

—Mérida ha sostenido y continuará impulsando un compromiso permanente con sus mujeres, y en ese marco de reconocimiento a su legado, este Ayuntamiento ha realizado a lo largo de esta administración, una serie de acciones afirmativas a fin de consolidar su lucha en base al ejercicio de sus derechos humanos y el respeto de los mismos.

Indicó que más allá de recordar que Mérida se distingue por ser la primera ciudad de la República Mexicana en elegir a una mujer para ocupar un puesto público como regidora de un Cabildo, en la persona de la profesora Rosa Torre González, esta ceremonia nos permite refrendar nuestro inquebrantable compromiso en la elaboración de políticas públicas que contribuyan a lograr la plena e igualitaria participación de mujeres y hombres en los distintos ámbitos de la vida municipal basados siempre en el bien común.

Anotó que a más de un siglo de distancia, el Primer Congreso Feminista del país nos permite reconocer el ámbito de la participación de la mujer, su inclusión y su desarrollo en todas las esferas de nuestro municipio que son también, referencia del grado de cohesión social que disfrutamos en Mérida.

—Nuestra responsabilidad con las mujeres del municipio no solo es contar con una institución que las apoye, sino principalmente mantener un trabajo centrado en el desarrollo y la aplicación de políticas públicas para lograr una plena participación igualitaria de género en los distintos ámbitos de la vida, que contribuyan a prevenir, sancionar y erradicar la violencia en distintos escenarios —puntualizó el alcalde.