Una reflexión sobre lo que este día, 14 de febrero, significa para unos o para muchos
Por Wendy Ramírez
Mérida, Yucatán, 14 de febrero de 2022.- El 14 de febrero es sin duda una fecha hermosa y no puede ser de otra forma, ya que se dedica al amor y la amistad, dos sentimientos tan hermosos como sublimes.
La historia refiere que existió un sacerdote (contra las órdenes de un gobierno dictador) que casaba a las parejas de enamorados creyentes. De manera clandestina les otorgaba la bendición del matrimonio a aquellas personas que deseaban unir sus vidas para siempre. El sacerdote fue recordado como San Valentín y se instituyó un día en su recuerdo: el 14 de este mes. Con razón se ha reiterado que “donde reina el amor sobran las leyes”,
¿Quién no se ha enamorado? ¿Quién no ha sentido este sentimiento que engloba la amistad? El amor es todo aquello noble, puro, transparente, es entrega, respeto, consideración que puede dar el ser. Está claro que el amor no es para celebrar un día, porque debe estar presente todo el año.
Hablar del amor y la amistad es hacerlo de dos palabras que tienen un significado muy alto pero sobre todo de aplicarlo en la vida diaria con todos aquellos que nos rodean. En nuestros días son muy pocas las personas que realmente pueden brindar ambas cosas. Hay muchas personas que son traicioneras, deshonestas, frívolas, que aún no conocen el significado real del amor y la amistad verdadera. Suele abundar la falsa amistad, la que es convenenciera, la que daña el corazón y los sentimientos.
Jesús, el Cristo, dijo: “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”. Juan 13:34-35.
Evidentemente somos creados para amar a Dios, a nuestros semejantes y todo aquel ser viviente por sobre todas las cosas; nuestra relación con Dios es básica e importante. Creo que amar a Dios es el resumen de toda la ley y la razón principal de nuestra existencia.
En estos tiempos de pandemia toda la gente se necesita mutuamente, todos necesitamos ese amor al prójimo, hay que aplicarlo y debemos ser más empáticos. Les invito a unirnos verdaderamente con la finalidad de sentir y poder dar el verdadero amor, sin contratiempos, sin hipocresías. Reflexionemos por qué no podemos amar a todos los seres de este planeta, vamos a darnos a la tarea de encontrarnos con Dios para que nos sane todas las heridas, para que nos renueva nuestro corazón y lo tengamos llenos de amor.
Lo único cierto es que existió y existirá por siempre es el creador de todo lo visible y lo invisible, nuestro Padre, que es una verdadera fuente de amor infinito. Gracias a Él que nos regaló al hombre de todos los tiempos, aquel que dio la vida por nosotros por su gran amor y padeció en la Cruz: Jesús, el Cristo.
Apoyemos, ayudemos a todo aquel que necesita de nosotros, vamos a tener un mejor mañana y un mejor planeta lleno de paz y que este sacrificio valga la pena. Vivamos en armonía, elevemos nuestra frecuencia en el amor, ese es el paso a la sanación espiritual.
¡Recuerda, si ya encontraste el amor, cuídalo seguramente ya estás en el camino de tu paz interior… Riégalo día a día!