La obra quedará en una de las paredes del restaurante para amplificar la experiencia gastronómica hacia el arte
Por Rafael Gómez Chi
Mérida, Yucatán, 5 de noviembre de 2021.- Abel Vázquez bebía mezcal en Micaela y mirando uno de los muros del restaurante dijo a Alberto Nacif, socio del establecimiento: «Esa pared desnuda me incomoda». Entonces, palabras más, palabras menos, en torno de una bebida destilada del corazón del maguey, nació el mural «Compartiendo».
El maestro Vázquez (Asunción Cuyotepeji, Oaxaca) develó anoche en la galería Nahualli este mural acompañado por los socios de Micaela, Nacif y Vidal Elías, la secretaria de Fomento Turístico, Michelle Fridman Hirsch, y Melva Medina. Y en unos días, la obra quedará de manera perenne en el restaurante ubicado en la esquina de las calles 52 con 47, donde se obliga el beso de una persona con otra.
El artista de origen mixteca radicado en Mérida desde hace 16 años formado en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, dijo a la prensa momentos antes de la develación que el mural nació de unas pláticas con Alberto Nacif «y era sobre compartir y hacer fusiones, en este caso sobre este restaurante, Micaela, y de ahí se desarrolla el tema sobre la tierra, el agua, el viento y el fuego. Y de ahí se llevó casi un año de trabajo, de investigaciones de materiales, de colores, medidas».
«En el mural están todos. Aquí, por ejemplo el agua y la tierra son las dos fases principales, porque la luz depende de ellos y el viento es lo que nos acompaña para todos lados. Ambos son los que nutren al ser humano y si se combinan los cuatro, nos dan los mariscos, el maíz y el cacao. Y estos se encuentran hermanados porque el maíz necesita del sol y el cacao de la sombra. Esa dualidad es la que da la conjugación con las mujeres en relación con el campo, la siembra, hablar del maíz y su trayectoria iconográfica en nuestro desarrollo cultural mexicano, igual que el cacao, que es el segundo alimento más importante en nuestra cultura», expresó.
Vázquez narró el proceso creativo para dar con la obra. «Primero es de dibujos. Con pequeñas acuarelas voy desarrollando los elementos, el color, y de ahí me voy a una acuarela más grande, hacia un bosquejo, una maqueta, que es un boceto, y a partir de ahí se platica con las personas y acordamos».
Entonces, «sobre las medidas se va desarrollando en acuarela y ellos ya saben de qué va el mural. La diferencia va a ser el tamaño y los espacios del color y el desarrollo en los procesos de distribución, porque cambia la técnica que es el acrílico, uno de los materiales del siglo 20 que ha venido a revolucionar la manera de trabajar».
Dada su formación como escultor, Vázquez utiliza texturas agresivas, «porque me encantan, se notan los espatulazos, las herramientas que no se ocupan comúnmente con cualquier pintor».
«La única palabra que consolida el mural es compartir, justo como lo estamos haciendo ahora con ustedes, y a su vez ustedes lo hacen, los cuatro elementos se comparten los unos con los otros, como en nuestra cultura», dijo el maestro.
En la ceremonia de la develación Nacif explicó las intenciones del mural «Compartiendo», las cuales son como los platillos que expresan algo a los comensales al dialogar desde todos los puntos de vista con ellos. Así, la obra pretende que tomar los alimentos se convierta en algo más al mirar las paredes con arte y especial dicho mural. «Y no cabe duda que el maestro Abel se adueña de las paredes», explicó.
Fridman Hirsch, quien se declaró clienta de Micaela, dijo que el mural significa muy bien las experiencias que ha vivido en el restaurante y confirma las razones por las que Mérida es la capital cultural y gastronómica de la Península de Yucatán y no en vano ha sido multi premiada.
Recientemente, Micaela obtuvo un reconocimiento de la revista Food & Travel que lo designó como el único restaurante de la Península de Yucatán al que hay que ir. Del país, tomó 10 destinos gastronómicos y ellos se llevaron las palmas en la región.