Nunca hemos obedecido a ciegas ni hemos tolerado los centralismos, dice Renán Barrera en la sesión solemne de Cabildo por el Aniversario del Grito de Independencia. La oradora Patricia Gili López resalta la hospitalidad local
Por Rafael Gómez Chi
Mérida, Yucatán, 15 de septiembre de 2021.- Luego de afirmar que las y los yucatecos “nunca hemos tolerado centralismos ni nos han gustado las obediencias ciegas”, el alcalde Renán Barrera Concha destacó que en estos 200 años de independencia nacional las numerosas etapas históricas dan cuenta del proceso de empoderamiento de la sociedad civil que exige el mantenimiento de derechos, oportunidades, tratos igualitarios y acciones que vayan fomentando esa idea de soberanía que nos heredó la ilustración.
Durante la sesión solemne del Cabildo con motivo de los 211 años del Grito de Independencia y de los 200 años de la Independencia de Yucatán de la Corona de España, hecho que aludió en su mensaje, Barrera Concha aseguró que el camino no ha sido fácil y no está exento de piedras, penas y lágrimas.
—Aún tenemos mucho qué hacer por nuestros campesinos y maya hablantes; aún tenemos mucho que trabajar para un auténtico reconocimiento a todos los derechos de las mujeres; mucho más hasta lograr el total respeto a las diferencias sociales, religiosas y elecciones de género —dijo.
En dos siglos de independencia, México, Yucatán y Mérida se han insertado en la vida moderna con el peso de su historia, el lastre de sus injusticias, la esperanza de que los derechos sean para todos. Ya no es la esclavitud de los hombres la gran pena del mundo, no por lo menos en los términos de los cantos de otro prócer independentista latinoamericano como José Martí, indicó.
Ahora la lucha es contra la ignorancia, la superstición, la ira cada más vociferante de las redes sociales donde a veces quienes más gritan son robots que calientan el ambiente de intereses a veces mezquinos y a veces legítimos.
Hoy, dijo, la lucha es contra los discursos del odio y contra las modas que podrían borrar la historia no aprendiendo sus lecciones, sino eliminando sus capítulos.
En estos tiempos, la lucha es contra el egoísmo y el individualismo irresponsables que convierten a la persona en el único centro del mundo ajeno y lejano de sus responsabilidades con los otros.
—La lucha, meridanas y meridanos, sigue siendo controlar las bajas pasiones que se traducen en males sociales, como el feminicidio, la drogadicción o el suicidio —expuso.
Demando que todos empujemos juntos para que nadie en nuestra comunidad se quede atrás, que nadie padezca injusticias ni dolores humanos evitables, en medio de otros que viven más cómodos y felices.
—Somos frutos de la historia y vivimos un presente complejo que requiere de todos y todas. Estoy convencido de que la educación, la ciencia, el arte y la cultura son parte de la canasta básica para ser felices. Creo sin ninguna cortapisa, que es la participación de la ciudadanía la que hará posible que alcancemos niveles de desarrollo sostenible.
El alcalde de Mérida dijo que luego de 200 años de independencia y de luchas por los derechos civiles, necesitamos más. Necesitamos de todas y todos. Por eso desde mi gestión anterior creé una secretaría especializada en fomentar este espíritu colaborativo en la sociedad, antes que dividirnos entre chairos o fifís, blancos o mestizos, hombres o mujeres.
Por eso tenemos una plataforma llamada Mérida nos Une, donde vemos esa acción colaborativa todos los días convocando y dando frutos.
En la sesión, la oradora huésped Patricia Gili López, psicóloga, mujer, profesionista, investigadora, madre de familia y activista social destacó la hospitalidad de las y los yucatecos “como lo demuestran los miles de personas de otros países, incluso de otros estados de la República que hemos sido acogidos aquí como hijos propios. Eso lo palpan tanto el turista como el viajero ocasional”.
Subrayó que la participación ciudadana y el civismo son bases esenciales del concepto Patria. Nos ofrece los mecanismos imprescindibles de interacción entre la ciudadanía, los gobernantes y representantes. Ser ciudadano es formar parte de un territorio y tener responsabilidades con él. Y, en ese sentido, también se hace Patria desde adentro.
—Pensar la independencia en el siglo XXI no solo se trata de mirar hacia atrás, nuestro pasado, sino también mirar hacia adelante, nuestro futuro, lejos de pensar en enfrentamientos y oposiciones, el mundo contemporáneo nos coloca ante la oportunidad y necesidad del diálogo, en la creación de puentes de comunicación, más que resaltar diferencias, se trata de pensar con una lógica incluyente y de respeto a la diversidad; una unidad sólida y duradera, y no vertical o coercitivamente lograda, es la que se construye a partir del respeto e inclusión de las diferencias —dijo.