Por Redacción
Mérida, Yucatán, 6 de Marzo de 2025. – Mujeres de distintas comunidades pesqueras en Yucatán compartieron sus experiencias en la maricultura y acuacultura, sectores tradicionalmente ocupados por hombres.
Durante un encuentro en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHCIS) de la UNAM, hablaron sobre los retos de su labor y su papel en la vigilancia contra la pesca furtiva.
Rocío de la Cruz Mendoza Dorantes, integrante del Refugio Pesquero de Celestún, destacó la labor de las mujeres en el monitoreo de las costas, realizando recorridos y reportando actividades ilegales. Además, señaló que muchas comenzaron a incursionar en la maricultura, que se enfoca en el cultivo de organismos marinos en entornos controlados.
La maricultura y la acuacultura se convirtieron en una alternativa sostenible para el sector pesquero en Yucatán. A diferencia de la pesca tradicional, estas actividades permiten el cultivo y reproducción de especies sin afectar las poblaciones naturales, lo que contribuye a la conservación de los ecosistemas marinos.
Las participantes coincidieron en que su labor aún enfrenta desafíos debido a la percepción de que estas actividades corresponden a los hombres. Sin embargo, señalaron que su participación demostró ser clave en la producción y en la protección de los recursos marinos de la región.