Por Andrea Segura Rodríguez
La falta de cesión legal de un terreno por parte del Ayuntamiento de Kanasín ha detenido las operaciones de la clínica de atención para mujeres con cáncer de mama, gestionada por la Fundación Tócate. Este centro, ubicado en la colonia San Pedro Noh Pat, fue concebido para atender las crecientes necesidades de salud en un municipio con altas tasas de incidencia de esta enfermedad. Sin embargo, un obstáculo administrativo ha impedido que el proyecto cumpla con su objetivo.
Alejandra Blanco, presidenta de la fundación, detalló que el principal impedimento es la falta de comprobación de propiedad del terreno donde se encuentra la clínica. Este requisito, indispensable para acceder a fondos y donaciones, no ha sido resuelto debido a que el municipio no ha cedido legalmente el predio a la fundación. Blanco explicó que, aunque el edificio comenzó operaciones, no ha podido continuar con la captación de recursos necesarios para su equipamiento y funcionamiento.
«No hemos recibido apoyo del alcalde. Hemos enviado cartas, incluso con la firma del Consejo Consultivo de la fundación, que incluye empresarios que respaldan nuestro proyecto, pero no hemos tenido avances», expresó Blanco. También mencionó que propuestas de donaciones y equipamiento quedaron detenidas por la ausencia del respaldo legal sobre el terreno.
La solución, según Blanco, es un procedimiento sencillo que involucra pasar por Cabildo el acuerdo de cesión del terreno. Sin embargo, este paso no se ha concretado en los cuatro años de administración del alcalde Edwin Bojorquez. «Intenté acercarme a la autoridad, pero no hemos tenido respuesta. En lugar de eso, nos preguntaron a qué nos comprometíamos como fundación, cuando la pregunta debería ser en qué nos pueden apoyar como gobierno municipal», enfatizó.
La situación subraya la importancia de la colaboración entre los sectores público y privado para atender problemas de salud pública. La fundación confía en que la nueva administración estatal, encabezada por Joaquín Díaz Mena, intervenga para agilizar este proceso. Mientras tanto, la clínica permanece inactiva, privando a las mujeres de la región de un servicio fundamental.
Esta paralización evidencia un problema estructural: el impacto de la burocracia en proyectos sociales que buscan suplir carencias en salud y otros sectores. La falta de voluntad política no solo limita el desarrollo de iniciativas comunitarias, sino que también perpetúa las desigualdades en el acceso a servicios esenciales.