Por Redacción
Mérida, Yucatán, 16 de julio de 2024.- A pesar de una mesa de diálogo dispuesta por la dirigencia de la sección 33 del SNTE para llegar a acuerdos en beneficio de los trabajadores de la educación de Yucatán, el grupo de profesores que mantiene tomadas las instalaciones sindicales presta oídos sordos a cualquier esquema de solución con el afán de prolongar el conflicto hasta la toma de posesión de Joaquín Díaz Mena.
Lo anterior se evidenció el martes de la semana pasada, cuando una comisión de 20 profesores identificados con el movimiento “Secundarias Unidas de Yucatán” aceptó reunirse con la representación sindical encabezada por el dirigente BJ Emanuel González Chávez, pero rechazó la presencia de autoridades de la Secretaría de Educación Pública y de la Secretaría de Gobernación.
En una entrevista previa a un medio radiofónico, las profesoras Lilia Canul Naal y María Guadalupe Pacheco Uicab, anticiparon que ya no les interesa dialogar con el comité sindical de la Sección 33 y sólo acudirían a dicha reunión como “cortesía”, aunque de forma paralela intensifican sus presiones en busca de reflectores mediáticos.
Admitieron que no les interesan los temas relacionados con las demandas de los trabajadores, ya que únicamente persiguen la destitución del dirigente y de su comité, supuestamente por no haber recibido apoyo en la defensa de sus derechos durante acciones indebidas de la SEGEY. Sin embargo, cuando se encontraban las autoridades educativas en la citada reunión, los inconformes se expresaron de buena forma de las autoridades de la SEGEY argumentando un trato «maravilloso».
Por otra parte, una comisión de maestros encabezada por Víctor Enríquez Cabrera, reconocido por sus luchas a favor de los trabajadores de la educación, sostuvo el viernes pasado una reunión con todas las autoridades inicialmente convocadas por BJ González Chávez y lograron avanzar en la atención y cauce de demandas para que sean atendidas en los momentos pertinentes.
Llama la atención que el grupo de maestros inconformes recurra a presiones mediáticas en un periodo de cambio de gobierno, pues tanto los gobiernos estatal y federal preparan la entrega-recepción y en este lapso no están en condiciones de dar solución a sus demandas.