El Cronista Yucatán
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 29 de abril de 2024.- María Leydi, madre de Rosario de 16 años de edad, compartió su gratitud con el Gobierno del Estado y el Colegio de Oftalmólogos de Yucatán, después de varios años de padecer una afectación por cataratas congénitas en ambos ojos, luego de que fue intervenida con éxito durante las Jornadas de Cirugías Extramuros.
Del 18 al 21 de abril pasado el Gobierno del Estado de Yucatán a través de la Secretaría de Salud de Yucatán llevó a cabo dichas jornadas en el Hospital General de Valladolid.
María Leydi dijo: “El dinero nos hacía falta y no se podía realizar una cirugía como esta, por eso hoy me siento muy contenta y mi hija Rosario está muy feliz porque ve muy bien, ahora puede hacer muchas cosas porque tiene la luz que sus ojos necesitan”.
“Doy las gracias a las autoridades y al médico que hizo esta cirugía, sin esta ayuda no hubiera sido posible ya que no contábamos con el recurso económico”, comentó.
Esa felicidad la expresaron las familias de 80 pacientes que al igual que Rosario recobraron la vista, cosa que los reintegra a una sociedad productiva, como doña Lupita que cuida un adulto mayor, y quien señaló que además de ser unas jornadas gratuitas, “los doctores dejan a sus familias en Mérida para venir a regalarnos unas horas de su tiempo evitando que tengamos que viajar hasta Mérida para que operen a nuestro familiar”.
Los médicos realizaron las cirugías que cambiaron el curso de la vida de Rosario y de casi un centenar de personas, el regalo de la visión devuelta no solo transformó sus vidas, sino que también encendió una llama de esperanza en las familias que los rodeaban.
Por corredores y pasillos del Hospital General de Valladolid se encuentran familias que encontraron en estas jornadas no solo una oportunidad para sanar, sino también un acto de generosidad que trascendió las distancias geográficas y las barreras económicas.
Un Médico que tomaba un breve descanso dijo: “En cada sonrisa recuperada y en cada mirada iluminada, se encuentra el verdadero tesoro de estas jornadas: la capacidad de restaurar no solo la visión, sino también la dignidad y la esperanza de aquellos que alguna vez estuvieron sumidos en la oscuridad, eso verdaderamente nos motiva a estar siempre velando por la salud de los que menos tienen”.
