El Cronista Yucatán
Por Rafael Gómez Chi
No obstante la situación económica derivada de la pandemia de Covid-19 y las afectaciones al campo por los fenómenos atmosféricos en 2020, “podemos notar que la actividad agropecuaria es la única a nivel nacional que presenta crecimiento importante, del orden de un estimado de 4.5 por ciento”, afirmó el secretario de Desarrollo Rural, Jorge Díaz Loeza.
—Se puede dejar de viajar, pasear y comprar artículos diversos, pero todos tenemos que comer y por eso el campo no para ni un momento en sus esfuerzos —afirmó el funcionario al comparecer ante los diputados del Congreso del Estado en la glosa del segundo informe de Gobierno.
—Habremos de hacer más con menos, trabajar con más énfasis en la gestión de recursos tanto del gobierno federal como de la iniciativa privada —recalcó luego de señalar que la situación del campo yucateco sufrió en el 2020 una serie de problemas y retos que lo convirtió sin duda en el año más complicado de los últimos tiempos para el sector rural.
El titular de Seder advirtió que el escenario en el futuro inmediato es complejo y nada fácil y, por tanto, es necesario sumar esfuerzos para poder revertir las carencias actuales. Si trabajamos juntos cualquier problema será menos difícil de solucionar.
Sostuvo que el sector rural es esencial para el desarrollo de una sociedad y pase lo que pase, el campo no se detiene. “Al inicio del año 2020, Yucatán tenía un futuro realmente prometedor y se habían sentado las bases para dar un fuerte impulso al desarrollo del campo, pero durante el primer trimestre del año empezaron a presentarse una serie de eventos que fueron modificando el escenario.
—El mundo sufrió una pandemia que, por supuesto, también afectó seriamente a nuestro Estado, generando una crisis productiva y económica. En ese sentido, nos enfocamos en principio, a realizar acciones, adecuar programas para la inmediata atención de la crisis y evitar en lo posible que las cadenas productivas y de comercialización, se interrumpieran, ocasionando con esto cierres de empresas y pérdidas de empleos en el campo.
—Agravando la situación, se nos presentaron 3 tormentas y 2 huracanes que causaron severos daños a la agricultura y la ganadería. Se perdieron cultivos por esas lluvias, las más intensas de nuestra historia que también inundaron zonas habitables y destruyeron caminos y carreteras.
—Para acabar de empeorar la situación, se sufrieron los recortes presupuestales de carácter federal, los más importantes de los últimos años, desaparecieron programas y se cancelaron recursos para el campo y en general para el Estado.
Díaz Loeza dijo que estos impactos pudieron ser amortiguados por la rápida respuesta de toda la sociedad, así como del gobierno para evitar que colapsara de manera definitiva las cadenas de comercialización y la planta productiva en el campo.
Aseguró que la producción que no se pudo comercializar, tuvo un fin más noble y útil, pues fueron muchos los productores, empresas comerciales y negocios que colaboraron con donativos dentro del programa Yucatán Solidario que ayudó a beneficiar a la población más afectada y que más lo necesitaba.
Pero durante un tiempo el comercio hacia el exterior del estado se vio claramente deprimido, por lo que se inició un crecimiento en el consumo interno, precisamente causado por la necesidad de quedarse en casa.
—Se focalizaron e identificaron las necesidades y se atendieron dando apoyos para asegurar la autosuficiencia alimentaria con semillas de calabaza, maíz, frijol y soya para la inmediata recuperación de los cultivos perdidos y adicionalmente se dio apoyo también para fruticultores, productores de hortalizas y a las actividades que sufrieron los mayores daños en el sector pecuario, como fue la apicultura y la ganadería mayor.
Detalló que a través de esquemas como Peso a Peso se beneficiaron 13,281 productores de los 106 municipios con la entrega de más de 284,000 artículos como insumos, herramientas y equipos.
En el Programa de Apoyo Directo al Desarrollo Rural se ejercieron recursos por 89.9 millones de pesos, de los cuales, 25 millones de pesos fueron para atender a los afectados por estragos del Covid-19 y 21 millones de pesos para atender a los afectados por las lluvias e inundaciones severas generadas por las tres tormentas y los 2 huracanes que impactaron en 2020 en el estado.
Asimismo, con una inversión de 5.5 millones de pesos se apoyó la siembra de 5,000 hectáreas de calabaza chihua en 29 municipios del estado, en favor de 4,843 productores; se dieron apoyos económicos en beneficio de 4,827 pequeños productores para el establecimiento de igual número de hectáreas de maíz en 32 municipios del estado; y más de 1,000 productores de 36 municipios recibieron apoyos para la producción de fibra de henequén.
