El Cronista Yucatán
Por Rafael Gómez Chi
Aquel Liceo de Niñas fundado en 1905 recuperó su esplendor, pero la enseñanza que revolucionó los albores del siglo XX cedió su lugar al arte en el primer cuarto del siglo XXI al transformarse en el Teatro José María Iturralde Traconis en el corazón histórico de Valladolid.
—Me es muy grato poner en servicio este lugar que va a poder tener cultura y tradiciones —dijo el Gobernador Mauricio Vila Dosal en el breve mensaje que dio luego de cortar el listón de inauguración del recinto, a poco más de una década de que se anunció su construcción.
—Vamos a ir reactivando poco a poco la economía de Valladolid, el teatro es para quedarse, para tener la pernocta. Me quedo contento con que hayamos terminado este teatro, que sea para bien y para la gente de Valladolid —añadió el mandatario.
—Me da mucho gusto estar en Valladolid inaugurando este teatro, que desde la campaña es algo que pedía mucho la gente. Hicimos el compromiso de entregarlo. Llevaba meses de concluido pero la pandemia y los huracanes, no habíamos podido entregárselos.
Acompañado por el alcalde Enrique Ayora Sosa y por el diputado federal del I Distrito, Jesús Vidal Peniche, el Gobernador develó la placa alusiva y presenció el espectáculo inaugural con el Ballet Folklórico del Estado de Yucatán “Alfredo Cortés Aguilar” y Los Trovadores de Yucatán, con la jarana Mi Yucateca.
Maricarmen Pérez rindió un breve homenaje al maestro Armando Manzanero y en su interpretación de Somos Novios mezcló un par de estrofas de la versión en inglés llamada “It´s impossible”, que cantaba Elvis Presley.
Valeria Ayala cantó el tema “Vallisoletana”, un bambuco dedicado a las mujeres de la Sultana de Oriente. La intérprete Emma Alcocer cantó Flor de Azahar acompañada por el Ballet Folklórico del Estado de Yucatán. Completaron el espectáculo un video de un tema de jazz titulado 1954 y que ganó el concurso de composición Daniel Ayala.
El Teatro que lleva el nombre del Gobernador que fue electo después del asesinato de Felipe Carrillo Puerto en la rebelión delahuertista costó 29.2 millones de pesos. Lo anunció la ex Gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, pero la falta de recursos impidió su finalización, incluso en el sexenio de Rolando Zapata Bello.
En su primer año de Gobierno, Vila Dosal visitó Valladolid y anunció que el teatro por fin sería terminado. En honor a la verdad, los vallisoletanos dudaron. Pero el recinto se concluyó desde mediados del año pasado.
Se asienta donde funcionó el Liceo de Niñas, pero de aquella escuela solo queda el edificio del frente, porque en el interior hay oficinas administrativas, sanitarios equipados y con áreas para personas con discapacidad, lobby, taquilla cafetería, así como espacio para tienda de souvenirs.
De acuerdo con la información gubernamental, la sala cuenta con dos accesos y está equipada con 622 butacas acojinadas divididas en dos niveles; es decir, 372 en planta baja y 250 en el primer nivel, todas ellas adecuadas para lograr una perfecta visibilidad, además que cuenta con espacios para personas con discapacidad y aire acondicionado integral.
El escenario tiene 10 metros de boca, 8.50 metros de fondo (sin proscenio) y 6.50 de altura, igual cuenta con duela de madera, con telón de boca y previstas, telar para escenografía y telones, así como varas para lámparas y reflectores, equipo de iluminación, dos zonas de desaforos o desembarque y un foso de orquesta con acceso de ambos lados.
La cabina de audio e iluminación se ubica al fondo de la sala, con cristales al frente para completar la visión del escenario y pueda servir para proyección. Tiene cuatro camerinos individuales y uno múltiple, todos equipados con meseta de pared a pared, espejos con iluminación led, aires acondicionados, espacio para colgar vestuario y baños.
