Por Rafael Gómez Chi
¿Dónde lo habrán aprendido?
Las Sociedades de Alumnos de las Facultades de la Universidad Autónoma de Yucatán se encuentran en el ojo del huracán al ser acusadas de los fraudes de más ridículos y de convocatorias a modo, a fin de que los grupos que las tienen en su poder se mantengan en las dirigencias.
Las elecciones para “renovar” las Sociedades de Alumnos de la Uady ocurrieron en medio de varias denuncias de ese tipo como no había sucedido en mucho tiempo. Hace años, estos escándalos se suscitaban en una o dos facultades y la de Derecho era una de las más controversiales.
Ahora los problemas se extienden a Derecho, Psicología, Economía.
Es necesario aclarar que son las Sociedades de Alumnos las que organizan estos comicios y las que emiten las convocatorias como parte de su autonomía. La Rectoría no puede intervenir ni ser culpable de lo que sucede en la universidad.
El estudiantado criticó que los actuales presidentes cometan estas anomalías para beneficiar a candidatos cercanos y perjudicar a otros. El cronista, que fue miembro activo de estas Sociedades de Alumnos sabe que la lucha por el control de las mismas obedece más que nada a cuestiones económicas.
El pleito no solo es por los beneficios económicos que reciben directamente de la Uady, sino de la política partidista. Y es año electoral, por lo que las luchas de poder van ligadas a las candidaturas y a los partidos políticos.
Un claro ejemplo de lo anterior es el caso del estudiante Manuel Esteban Contreras Benítez, a quien le impidieron inscribirse como candidato en la Facultad de Economía porque la convocatoria emitida por la Sociedad de Alumnos establece que no puede participar nadie que pertenezca a algún partido político.
Contreras Benítez es miembro del Partido Acción Nacional y el grupo que tiene en su poder la Facultas de Economía es priísta y hasta lo presumen en sus redes sociales con fotografías con los aspirantes del tricolor.
El estudiante interpuso una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey) ya que alegó discriminación porque se le negó su participación en el proceso electoral, pero difícilmente el ombudsman resolverá porque no fue ninguna autoridad la que violó sus derechos.
De acuerdo con información que dio a conocer el sitio web Haz Ruido en la Facultad de Derecho hubo quejas de que el Sistema de Votación Electrónica les arrojó a varios estudiantes que emitieron su voto, cuando ni siquiera habían ingresado a la plataforma.
“Alguien me quiere explicar por qué rayos aparece que ya emití mi voto si ni siquiera he votado. Esto no se puede quedar así, hicieron uso de mis datos personales”, lamentó una de las afectadas.
“Fui víctima de un acto que demuestra los pocos valores que existen en algunos grupos estudiantiles, ya que violaron mi privacidad sobre mi cuenta institucional e hicieron uso de ella sin mi consentimiento para votar por un candidato o candidata por los cuales yo no tenía planeado votar”, se quejó otra estudiante.
“Entro a meter mi voto y resulta que ya voté. Me mandaron mensajes en mi grupo de amigas y les pasa lo mismo”, acusó otra joven.
En la Facultad de Psicología acusaron que se ignoró a la mayoría que exigió elecciones justas, pues aseguran que la convocatoria para inscribirse como candidata o candidato fue discriminatoria.
Explicaron que la actual Sociedad de Alumnos puso como requisito que los candidatos no hayan repetido ningún semestre ni que estén atrasados en sus materias, lo que consideran como un acto de discriminación por trayectoria académica.
“Hay un sin fin de personas que han tenido que recursar materias por cuestiones socioeconómicas, porque son madres, o porque están en una situación en la que trabajan y estudian y no pueden llevar el semestre de manera regular. Pero eso no lo tomaron en cuenta en la convocatoria”, señalaron las y los estudiantes inconformes.
A manera de protesta para exigir elecciones justas, se organizaron para anular las boletas y los resultados arrojaron que fueron mayoría, con 197 votos. Sin embargo, la Sociedad de Alumnos los consideró como abstenciones y no escuchó sus demandas.